"No tengo ganas de volver a la política"
Ya en libertad, tras ocho meses y dos días detenido por orden de la Corte Suprema de Justicia, Luis Humberto Gómez Gallo está convencido de que no vale la pena ser congresista en Colombia "mientras exista la vulnerabilidad y la debilidad de que a uno lo dañen y se cometan injusticias".
Para Gómez, el sexto parlamentario absuelto por parapolítica, es necesario pasar a la doble instancia judicial en la reforma que se construye, para evitar que quien investigue sea la misma persona que juzgue.
"Hay varias razones para capturar e inculpar de una manera tan acelerada: los enemigos en la región y el interés de acabar con el Congreso, por ejemplo. En Colombia se volvió un delito ser político", afirmó Gómez, quien aseguró que se aproximan nuevas liberaciones de parlamentarios presos.
"Últimamente ha bajado un poco el acelere por capturar congresistas, precisamente por las injusticias que se han presentado. Pero que van a liquidar el Congreso, no le quepa la menor duda".
Con respecto a la reforma a la justicia, Gómez Gallo agregó que no sólo el tema de la segunda instancia debe revisarse.
"Hay otro tema, que es el de aseguramiento. Limitar esa facultad de detención que tienen los jueces para que, finalmente, a la gente se le dé la oportunidad de defenderse, a no ser que sea una persona peligrosa para la sociedad. El otro asunto sería revisar hasta dónde la justicia puede juzgar y condenar ciudadanos con testimonios sin prueba adicional, basándose en personas interesadas en tener beneficios judiciales y hasta de extorsionar y hacer daño político", agregó el ex congresista.
El ex senador confesó tener pocas ganas de volver a ocupar una curul y su temor de que la imagen de más congresistas "quede manchada por los intereses de otras personas".
"No tengo ningún afán de volver a la política. Mis prioridades cambiaron. De las cosas positivas que viví con todo esto fue que me acerqué más a Dios. Ahora tengo intereses con mi familia y de regresar a mi región".
"Estoy pendiente de hacer una reunión con mi equipo en el Tolima, hacer una evaluación de todo lo que pasó. El daño que me han hecho es irreparable, agradezco a Dios que se reconozca mi inocencia, pero finalmente mi equipo tiene la última palabra", concluyó Gómez.