Nueva era de las parcelaciones
La cultura paisa le da una gran importancia a la vivienda. "Tener casa no es riqueza, pero no tenerla es una gran pobreza" repican en casi todas las familias los padres a sus hijos. Y si además de una casita, también se puede tener la finca, mucho mejor.
El problema es que las ganas de tierra en el campo llevaron a un modelo de parcelaciones que lo que hace es subdividir la totalidad de una zona en cuadrículas y propiciar un desarrollo desordenado, extensivo y privatizador de los espacios naturales.
Un nuevo modelo
Por eso, los nuevos desarrollos habitacionales en las zonas semiurbanas o rurales en muchas partes del mundo, y que ya se empiezan a promover en Colombia, buscan conciliar ambas necesidades: una vivienda permanente o de descanso fuera de la ciudad, y la conservación de grandes reservas naturales que puedan ser disfrutadas por cualquier persona sin barreras, como las molestas cercas o mallas, que impiden su acceso.
"En el mundo entero no te dejan subdividir la tierra para que el espacio privado no ocupe gran parte de la zona", dicen especialistas de la firma Arquitectura y Concreto, que tienen en Antioquia un proyecto piloto con base en este sistema, denominado Sierra Grande, en el municipio de El Retiro.
Allí, en un espacio de más de 4 millones de metros cuadrados, solo 20 mil metros cuadrados serían utilizados para el desarrollo de 270 casas. Se construirán bloques de tres pisos, en el que cada uno es una vivienda.
Este nuevo concepto permite controlar también la densidad poblacional. Por ejemplo, en Sierra Grande vivirán unas 1.500 personas, con lo que el índice de ocupación sería del 0,16 por ciento del total del lote de cuatro millones de hectáreas.
"La concentración nos permite, entre otras cosas, controlar muy bien el tema de las aguas negras con una planta de tratamiento, que es hoy uno de los grandes problemas de la parcelación en el Oriente cercano. Así lo que se aplica es un modelo de autosuficiencia que evita que en el futuro una municipalidad tenga que entrar a solucionar problemas que otro dejó", dicen desde la firma promotora.
Con el modelo que se aplica en este proyecto también se mitiga el impacto sobre la montaña al no tener que construir cientos de kilómetros de vías para llegar de una vivienda a otra, como ocurre hoy con el sistema de parcelación tradicional. Por el contrario, se preservan y recuperan unos ocho kilómetros de senderos y caminos tradicionales por los que podrá transitar cualquier persona, sea habitante o no del proyecto, sin ningún tipo de barreras.
Además, entre los espacios naturales se cuenta con 157 hectáreas que hacen parte del denominado "corredor biológico" de El Retiro.
Con proyectos como Sierra Grande, el desarrollo de vivienda en las zonas rurales del país da un paso que permitirá garantizar la coexistencia entre el hombre y su entorno ambiental.