Histórico

Murió en Bogotá Jaime Sanín Echeverri

01 de enero de 1900

Murió en Bogotá Jaime Sanín EcheverriBogotáEl octogenario intelectual antioqueño Jaime Sanín Echeverri, padre de la actual embajadora en el Reino Unido, Noemí Sanín, falleció en la mañana de este sábado en Bogotá.

Su intensa actividad intelectual como escritor, periodista, académico, educador, rector universitario, diplomático y hasta seminarista; le valió ser reconocido como uno de los humanistas más sobresalientes del siglo pasado en Colombia.

No en vano su biógrafo Jorge Emilio Sierra Montoya, director del diario económico La República, en una investigación sobre la vida y obra de Sanín Echeverri, a la que dedicó varias horas de entrevistas personales con el personaje, publicó su ensayo biográfico bajo el título Jaime Sanín Echeverri, un humanista integral.

El subdirector de la Academia de la Lengua, Jaime Posada, afirma en el prólogo del libro, que "en la intimidad de Jaime Sanín hay una evidencia del pensamiento jesuita, de la Doctrina Social de la Iglesia y algo también del humanismo integral de Maritain".

De niño, Sanín Echeverri, uno de los 11 hijos del médico Andrés Sanín Llano ?de estirpe liberal- y Clara Echeverri, quiso incursionar en el seminario, pero persuadido por su padre abandonó por poco tiempo tal idea.

En cambio, con decisión férrea se alejó ideológicamente de su progenitor y en asuntos políticos prefirió al partido Conservador, influenciado por su hermano mayor Andrés, quien como sacerdote se propuso que sus hermanos pequeños no simpatizaron con los liberales.

Educado por los jesuitas, después de la muerte de su padre ?en 1935-, con apenas 14 años de edad, ingresó ?ayudado por su hermano Andrés- al seminario menor de Albán, donde comenzó su carrera sacerdotal. De ahí su marcada inclinación religiosa que siempre lo caracterizó.

Su amor al periodismo
Sin embargo, su vocación de seminarista apenas duró dos años. La razón: en unas vacaciones a Medellín se había enamorado, pero también se dejó seducir por el periodismo y la literatura.

Sanín Echeverri tuvo la vocación de servidor público (Cónsul General en Italia), que se acentuó con su profunda fe católica.

Precisamente en el "oficio más bello del mundo", según calificativo del escritor argelino Albert Camus, Sanín Echeverri tuvo un destacado recorrido por las páginas de los más importantes periódicos de Colombia como EL COLOMBIANO, donde escribía la columna Sangría, y El Espectador, entre otros.

De hecho, solía decir que EL COLOMBIANO era su casa espiritual. No olvidaba, por ejemplo, la sentencia del otrora director del diario antioqueño, Fernando Gómez Martínez, cuando por primera vez le dio la oportunidad de escribir en sus páginas: "Siéntese ahí y escríbame una nota para la edición de mañana".

A partir de ese momento, Jaime Sanín ocupó, por varios años, la "pelusascarpincantina", una oficina dentro de EL COLOMBIANO, bautizada así por un colega suyo debido a las múltiples funciones (peluquería, sastrería, carpintería, y cantina) que allí "ejercía" Sanín Echeverri.

Pero la actividad de este célebre antioqueño no se redujo a la prensa (que incluye la fundación de la revista Arco y la agencia Colprensa, junto a otros colegas), también incursionó en la radio como director del radioperiódico Última Hora en la Voz de Antioquia, amén de obras literarias como, la ya clásica, "Una mujer de cuatro en conducta", que agotó ediciones, llenó salas de teatro e incluso se adueñó del ?raiting? televisivo.

A propósito de la televisión, con la programadora Promec se consagró con series televisivas como Revivamos Nuestra Historia, realizada en sociedad con su amigo Eduardo Lemaitre; Dialogando, Valores Humanos, Tú y la Música, Las mujeres y el Hogar, que, sumados todos, eran de auténtica formación familiar en los valores más profundos de la vida individual y colectiva o de estricto carácter periodístico, como el Noticiero Promec.

Sanín, el académico
Capítulo aparte es su brillante desempeño en la vida académica de Colombia. En 1960, Sanín Echeverri asumió la rectoría de la Universidad de Antioquia y no fue una tarea fácil. De hecho, la época tampoco lo era, pues el país asistía a los albores del Frente Nacional, una suerte de rotación del poder entre liberales y conservadores para ponerle fin a la cruel violencia de los años 50.

Así, las razones políticas y partidistas le hicieron difícil la gestión a Sanín Echeverri, toda vez que él respondía al llamado de las ideas conservadoras y los liberales reclamaban el más importante cargo académico del departamento, aduciendo que el rector anterior era liberal y, por ende, su sucesor también debía serlo.

Lo realmente importante y brillante del mandato de Sanín Echeverri, al frente del claustro académico, fue la autonomía universitaria que se logró, llegando incluso a instancias de la Iglesia y de la Administración Lleras Restrepo cuando un envalentonado Sanín le increpó, ante la solicitud de renuncia. "No, señor Presidente, no puedo hacerlo por la autonomía universitaria, nacida en la Edad Media para que el Emperador del Sacro Imperio Romano no se mezclara en asuntos universitarios".

Tras este episodio, la Ciudad Universitaria, entre otras gestas, fue la herencia dejada por Sanín Echeverri a la vida académica antioqueña y del país. Ocho décadas y un lustro fueron pocos para todo lo que ejecutó un hombre que rezaba "tengo fe, mucha fe, gracias a Dios".

Sanín Echeverri será velado en la Funeraria Gaviria (sede norte) y el oficio religioso se efectuará este domingo en la Iglesia Cristo Rey.