Fiscalía pide condena para Alberto Santofimio por asesinato de Galán
Fiscalía pide condena para Alberto Santofimio por asesinato de GalánBogotáLos testimonios de John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, y Carlos Alberto Oviedo Alfaro que involucran al ex senador Alberto Santofimio Botero en el asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento, no se pueden probar. "Son interrogantes sin respuesta", conceptuó este miércoles en la tarde la Procuraduría al intervenir dentro del juicio que se adelanta en contra del político tolimense.
Al presentar los alegatos de conclusión, el procurador delegado Jorge Ricardo González se apartó de la posición de la Fiscalía, que intervino inicialmente pidiendo la condena de Santofimio, y solicitó al Juez Primero Penal Especializado de Cundinamarca absolver al ex senador al considerar que las pruebas esgrimidas por la Fiscalía son insuficientes para probar su culpabilidad.
Para el Ministerio Público, la Fiscalía, durante la captura de Santofimio, lo vinculó al asesinato de Galán como determinador del homicidio de Galán y en la etapa de juicio cambió la calificación del delito y lo consideró coautor.
Además, durante el proceso, su intervención ha sido únicamente la de demostrar la supuesta amistad del político con el fallecido capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar sin concretar las evidencias que prueben la participación directa de Santofimio con la planeación y ejecución del magnicidio. "Hay que centrarse en el hecho de la acusación", recalcó el funcionario del organismo de control.
Al analizar el testimonio de Popeye, el procurador aseguró que no resulta creíble. A su juicio, el testigo no da detalles concretos y se contradice en algunos pasajes.
Tampoco valida las razones expuestas por el ex lugarteniente de Escobar para haber mantenido silencio durante 16 años. "Sus explicaciones no son suficientes. El miedo no es una excusa válida", aseveró.
Respecto a la frase esgrimida por Popeye, supuestamente dicha por Santofimio a Escobar en la que le insiste sobre la muerte de Galán diciéndole "mátalo, Pablo, mátalo", consideró que no dice nada ni prueba nada.
En el caso de Oviedo, su testimonio no coincide con el de Popeye y sólo hasta el final de su relato se refiere en forma concreta al acusado, sus presuntas relaciones con Escobar y las supuestas instigaciones al capo para que ordenara el crimen.
Al comparar los dos testimonios, la Procuraduría encuentra que tanto Oviedo como Popeye se contradicen en lugares y fechas.
Finalmente, le pidió al juez tener en cuenta que Popeye sólo hizo públicas sus acusaciones contra Santofimio al estar por medio la publicación de un libro. "No hay que pasar por alto que tenía la obligación de judicializar esas versiones para que la editorial accediera a su publicación", concluyó el funcionario.
Posición de la Fiscalía
Constantes susurros al oído de su abogado, anotaciones en su cuaderno de apuntes y largas miradas a su acusador frunciendo el ceño, fueron los ademanes que adoptó Alberto Santofimio Botero durante la intervención del fiscal Eduardo Mesa.
Al funcionario de la Fiscalía le correspondió en la mañana de este miércoles presentar los alegatos finales dentro del juicio que se adelanta contra el político tolimense por su presunta responsabilidad en el asesinato del dirigente liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, ocurrido hace 17 años en el parque principal del municipio cundinamarqués de Soacha.
El fiscal Mesa reiteró las acusaciones contra Santofimio y rechazó los señalamientos hechos por el acusado durante su intervención inicial en el juicio, sobre una supuesta persecución de la Fiscalía. "Solicito, señor juez, condena contra el acusado", dijo al finalizar su intervención.
Con tono firme pero pausado, y en forma ágil, Mesa presentó la prueba reina para demostrar la participación de Santofimio en el crimen: las declaraciones dadas por John Jairo Velásquez Vásquez, el ex lugarteniente de Pablo Escobar Gaviria, el fallecido jefe del cartel de Medellín. "El proceso en su contra se revivió por dos pruebas concretas que se escucharon en este juicio".
La afirmación no causó sorpresa entre los asistentes al juicio. La versión entregada por el testigo, conocido con el alias de ?Popeye? fue escuchada el primer día de sesiones de audiencia pública. En su intervención reiteró los señalamientos hechos contra Santofimio el 25 de abril de 2005, como la persona que instigó a Escobar para que ordenara el asesinato de Galán y después explicó como se planeó el crimen en detalle.
Lo que mantuvo al auditorio atento a su alegato fueron las bases en las cuales se basó para darle credibilidad a esos testimonios. Según el fiscal, las declaraciones de Popeye y el ex congresista y abogado Carlos Alberto Oviedo Alfaro provocaron un cambio en las pruebas que existían en el proceso y obligaron a vincular a la investigación a Santofimio.
"No es que los fiscales nos levantemos los lunes y decimos: ¿A quien vamos a vincular hoy? No. Eso no es así. No es un montaje perverso contra Santofimio, es la aplicación rigurosa de la ley penal y estoy convencido de la responsabilidad", dijo Mesa y lo repitió a lo largo de su intervención de tres horas.
Las evidencias contra el ex político tolimense, incluso, llevaron al Juez Primero Penal Especializado de Cundinamarca, en febrero de 2000, a compulsar copias para investigarlo. Sin embargo, en esa oportunidad no fue vinculado porque no había la fortaleza probatoria para continuar un proceso en su contra.
Testimonio de Popeye
Mesa recordó que el mismo ?Popeye? se incriminó al entregarse. En esa oportunidad confesó su participación en el magnicidio, se acogió a sentencia anticipada y fue condenado por estos hechos. "Estamos ante un coasociado, alguien que participó activamente en el crimen".
Después de su entrega, la primera declaración hecha por Popeye sobre el asesinato de Luis Carlos Galán se produjo el 7 de septiembre de 1998. En su versión dejó constancia de su animadversión a la Fiscalía porque no le cumplieron supuestos compromisos que suscribió.
También aseguró que existía un plan para asesinarlo en la cárcel. Según el ex lugarteniente de Escobar, había en libertad muchas personas nerviosas por lo que pudiera decir a las autoridades. "Dejo constancia de que no colaboro con ningún proceso. Están temerosos por lo que yo diga pero aprovecho para decirles que se queden tranquilos, las cosas que yo sé sólo yo las sé.
"Siempre estuvo dolido porque creía que la Fiscalía le amarró conejo temía que si hablaba lo mataban. Pero siempre, su testimonio en todos los momentos ha sido idéntico", señaló el fiscal al explicar el silencio inicial de Popeye.
Trajo a colación las palabras del testigo en las que señaló a Santofimio como protegido por los capos del cartel de Cali. Al respecto, Mesa presento como prueba la condena que el político tolimense recibió dentro del proceso ocho mil.
Según la sentencia, la justicia determinó que Inversiones ARA, una empresa de fachada, pagó las cuentas de Santofimio en el Hotel Intercontinental de Cali cada vez que viajó a esa ciudad para entrevistarse con Los Rodríguez.
Además, lo dicho por Popeye fue corroborado por Oviedo, quien también hizo parte del Congreso y trabajó para el cartel de Cali como abogado, y Juan Carlos Aguilar Gallego, alias ?El Mugre?, su compañero en la organización de Escobar.
"La Fiscalía le cree a Popeye porque hay unos elementos de convicción. Esta es una prueba definitiva. No es un testimonio cualquiera. Solamente los afiliados a una cofradía criminal conocen los hechos de su organización", concluyó Mesa.
Las reuniones
Según el Mugre, recalcó el Fiscal en su alegato, Popeye fue el hombre más cercano a Escobar en lo que se refiere al homicidio de Galán y era quien conocía el plan aparte de su jefe.
La declaración dada por Aguilar Gallego se efectuó el 28 de noviembre de 1994, un año después de la muerte de Escobar. En su declaración aseguró que Santofimio fue muy amigo del capo. "Los vi juntos varias veces. También me di cuenta de reuniones donde le daban dinero para su campaña", reiteró en su versión.
También relató uno de esos encuentros: "Una vez lo recogimos en la Pampa Argentina, un restaurante ubicado en Llano Grande, por la salida a Rionegro (en Antioquia), y de ahí lo llevamos a una finca de Quico Moncada, donde lo esperaba El Patrón. Esa fue una de las tantas veces que se encontraron", dijo.
Otro miembro del cartel de Medellín, Santiago Londoño White, declaró tras su entrega que entre 1984 y 1986 Escobar regresó de Panamá a Colombia en forma clandestina con el objetivo de acercarse a los presidentes de turno. Para ello utilizó a Santofimio y a un político de Santander que tenía la cara llena de cicatrices.
Esta relación también fue confirmada, según el fiscal Mesa, por el senador Carlos Nader, quien también relató encuentros privados entre estas dos personas en otra finca llamada la Virgen del Cobre. "Tenían una buena amistad y compartían arepas, chorizos, trago y mujeres", dijo a la Fiscalía al ser interrogado al respecto.
Pablo Elías Delgadillo, el hombre que entregó a la Policía al autor material del homicidio de Galán, Jaime Eduardo Rueda Rocha, también aseguró a los investigadores del organismo judicial que Escobar tenía una finca a al que invitaba constantemente a políticos a discutir sobre la extradición. Entre ellos estaba Santofimio, quien los asesoraba.
Un reportaje del periodista Juan José Hoyos confirma estas relaciones. En un artículo publicado en 2003 en la revista El Malpensante relató una estadía en la Hacienda Nápoles a la que asistieron varios políticos, entre ellos Santofimio, quienes fueron invitados por Escobar.
Pero es el ex presidente Alfonso López quien certifica de manera plena estas relaciones al asegurar que por intermedio del senador Nader se estableció una amistad entre Escobar y Santofimio quedando a su servicio. Esto lo comprobó durante su campaña a la presidencia en 1982, debido a que el político tolimense no cumplió sus funciones como jefe de debate.
Santofimio declara
"No me puedo imaginar manifestaciones políticas en pantaloneta como la relatada por el periodista Hoyos en la Hacienda Nápoles Con esto se demuestra que faltó a la verdad. Si hubo reuniones de carácter privado entre escobar y Santofimio", dijo Mesa al censurar lo dicho por el acusado durante la diligencia de indagatoria, horas después de ser detenido en mayo de 2005.
En esa oportunidad como nueve años atrás, en su primera declaración rendida el 31 de julio de 1996 dentro del proceso, Santofimio aseguró que sólo tres veces estuvo al lado de Escobar y todas fueron de carácter público y político.
Sin embargo, las versiones de testigos recopiladas a lo largo del proceso, demuestran que Santofimio y Escobar tuvieron una reunión fluida y permanente. Primero, como miembros del mismo movimiento político. Después de la supuesta expulsión del grupo, en la clandestinidad.
A esta situación se une las declaraciones del ex presidente Cesar Gaviria, José Blackbum y Rafael Amador, miembros cercanos de su circulo político y amigos personales de Galán, quienes coincidieron en señalar que al líder político le preocupaba las relaciones de Santofimio y Escobar y tenía la certeza que ambos estaban tras el plan para asesinarlo.
Para la Fiscalía, "la capacidad moral de Santofimio para delinquir" le permitió escalar las más altas dignidades del Estado, y al mismo tiempo, recibir dinero de los carteles.
"En la época en que se inició en la política, la discusión entre sus contradictores y seguidores no era si podría llegar o no a la Presidencia sino cuando, pero su comportamiento evitó que dos personas llegaran a la primera magistratura de la Nación, él mismo y Galán", aseguró Mesa.
En ese contexto, Santofimio hizo parte del cartel de Medellín y después del cartel de Cali y participó en la muerte de Luis Carlos Galán. "Es común que las personas al margen de la ley invoquen como primera defensa la persecución de la justicia pero el acusado no es víctima de un secuestro moral ni de una persecución de la Fiscalía", concluyó el fiscal al final de su intervención.
Para rematar aplaudió la propuesta hecha por Santofimio de conformar una comisión de la verdad que establezca la realidad de las relaciones de políticos con las organizaciones del narcotráfico. "Es sana. El país debe abordar el tema. Pero no puede haber una comisión de la verdad sin reconocer el perjuicio de las víctimas de ese contubernio", finalizó.
El proyecto de Escobar
El crimen de Luis Carlos Galán fue político. Este fue uno de los fundamentos planteados por el fiscal Eduardo Mesa en sus alegatos. Según el funcionario, el magnicidio se convirtió en el último de una serie de muertes en cadena que tenía como objetivo atentar contra las instituciones del Estado y doblegarlas.
En ese escenario aparece Santofimio, quien tuvo una influencia definitiva.
Escobar, concluyó el Fiscal, encarnó un proyecto político que no terminó con su muerte. Su poder se ha mantenido. Los grupos armados ilegales y las organizaciones delincuenciales actuales la han continuado. Los paramilitares mantienen políticos a su servicio.
Los grupos armados actuales han necesitado políticos que les sirvan a sus intereses. Las organizaciones mafiosas han influido en las leyes de extinción de dominio y los grupos paramilitares con normas que los beneficien.
Para Mesa, el fin de este accionar fue permitir que Escobar se reincorporara a la sociedad. Al final, dijo, el capo consiguió sus propósitos. Con la Constitución de 1991, logró que se prohibiera la extradición y propició su entrega después de construir una cárcel para él mismo, en sus terrenos y con su propia guardia.
A su muerte, muchos de sus lugartenientes continuaron su actividad, unos en las toldas del paramilitarismo como Don Berna, otros pasaron al cartel de Cali.
El cartel de Cali prosperó económicamente y se hizo fuerte políticamente. El proceso ocho mil lo demostró el dinero que circuló entre los políticos, entre ellos Santofimio, quien se convirtió en protegido de Los Rodríguez
Galán encarnaba una posición diferente y de rechazo a que los mafiosos coparan el Estado. Por lo que sí existían intereses políticos para matar al líder liberal.
Los Rodríguez Orejuela
El testimonio rendido por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, adelantado por un funcionario del consulado colombiano en los lugares donde permanecen recluidos está fechado el 14 de junio de 2006, reveló el fiscal Eduardo Mesa en su intervención.
En la declaración, solicitada por el Ministerio Público, Gilberto Rodríguez admitió la importancia de John Jairo Velásquez Vásquez en la organización del cartel de Medellín. "Nuestra labor de inteligencia nos permitió conocer a todos los miembros del cartel de Medellín y uno de los más importantes era Popeye", dijo el ex jefe del cartel de Cali.
Al referirse a las labores de inteligencia que efectuaron contra los miembros del cartel de Medellín, los ex capos sostuvieron que las interceptaciones telefónicas y de comunicación en las cuales se reveló el plan para matar a Galán se obtuvieron mes y medio antes del asesinato y en ellas se evidenció que la determinación de matar al líder político se tomó "porque sus pensamientos ideológicos los perjudicaban", señaló Miguel Rodríguez.
Ambos hermanos también reconocieron haber tenido relaciones de amistad y políticas con Santofimio. "Las conversaciones con Santofimio fueron varias de carácter jurídico y político y fueron públicas luego del proceso ocho mil", dijo Miguel.