Oscar Pistorius pensó que su novia estaba dormida
Entre lágrimas, el atleta sudafricano Oscar Pistorius ofreció ayer por primera vez su versión de los hechos ocurridos el pasado 14 de febrero. En una declaración juramentada, negó ante el Tribunal de la Magistratura de Pretoria que quiso matar a su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
"No logro entender cómo he podido ser acusado de asesinato (...) Yo no planeé matar a mi novia", dijo Pistorius en la declaración leída por su abogado, Barry Roux.
En el texto, el atleta de 26 años, explicó su miedo a los asaltos violentos, que son habituales en Sudáfrica, y reveló que duerme con una pistola 9 milímetros bajo su cama.
Según su versión, un ruido en el baño le alarmó en la madrugada del Día de San Valentín, cuando se había levantado sin las prótesis con las que camina, a traer el ventilador del balcón y cerrar las cortinas en su casa de Pretoria.
"Pensé que alguien había entrado en mi casa, estaba demasiado asustado para encender la luz", afirmó el corredor.
Caminando sobre sus muñones, Pistorius dijo que tomó la pistola y disparó varias veces contra la puerta del baño, por cuya ventana sospechó que pudo entrar un ladrón.
Al volver a la cama y comprobar que estaba vacía, el atleta reparó que quien estaba en el baño era Steenkamp, que habría ido al servicio mientras Pistorius salía al balcón.
De acuerdo con su testimonio, el acusado habría abierto en ese momento por la fuerza la puerta cerrada con llave, y encontrado a su compañera herida pero aún con vida.
Aunque llamó enseguida a los médicos, contó Pistorius por boca de su abogado, ya nada pudo hacer para salvar a la modelo: "Ella -confesó- murió en mis brazos".
El velocista respondió así a la Fiscalía, que le acusa de asesinato premeditado. El juez Desmond Nair decidió posponer hasta hoy su decisión sobre la libertad bajo fianza.