Histórico

Osorio convirtió basurero en diamante

EL SÓFTBOL COLOMBIANO está de luto con la muerte del médico Oswaldo Osorio Rodríguez. Dirigente de casta y alto vuelo que sacó adelante el deporte de la pelota blanda, tanto en Antioquia como en Colombia. Queda el legado de su trabajo infatigable.

21 de julio de 2010

En una noche de junio de 1980, el Gordo Oswaldo Osorio se sentó en la última fila de las tribunas del diamante de sóftbol para ver desde lo alto lo que había levantado con su ingenio.

Los recuerdos de años pasados desfilaron por su memoria, esa que nunca le falló, para darse cuenta que era un emporio de pelota blanda lo que había allí.

"Y pensar que esto era un basurero. La zona de los jardines estaba repleta de llantas, basura, escombros y zapatos, además de los gases que se generaban", recordaba el dirigente deportivo, de esos de los años 60 y 70, que fueron capaces de trabajar solo por el interés de ayudar y servir a la comunidad deportiva.

Y como lo narra Clara Inés Osorio, una de sus hijas, Oswaldo Osorio Rodríguez nació en San Juan Nepomuceno, Bolívar, el 28 de julio de 1935. "Su infancia transcurrió tranquila en este pueblo costeño bajo el cuidado de sus padres y los juegos de sóftbol con amigos". Cuenta, igualmente, que "terminó su bachillerato en el colegio Fernández Baena de Cartagena y en 1955, tras su graduación, se trasladó a Medellín, donde inició estudios de Medicina en la U. de A. y, posteriormente, se especializó en Anestesiología, carrera de la que siempre vivió orgulloso y ejerció con gran amor y profesionalismo".

En esos recuerdos que contaba con deleite, como hizo aquella noche, también se incrustaron las vicisitudes que debieron pasar los dirigentes costeños, entre ellos su amigo Ricardo Montes, que lo acompañaron en esa romería por toda la unidad deportiva Atanasio Girardot para encontrar dónde jugar con sus bates y manillas.

El colegio San Ignacio, donde no querían saber nada de esos viejitos barrigones, la cancha de la Santa Cruz, cualquier otra manga del sector, para llegar, finalmente, con la colaboración de don Luis Villegas (q.e.p.d.), administrador de la unidad deportiva, al frente del colegio Jesús María, donde se levantó el diamante que llevó el nombre de Oswaldo Osorio Rodríguez.

La cancha empezó a tomar cuerpo en 1997, para ser inaugurada en agosto de ese mismo año, con sus pequeñas "tribunas" de cemento. En 1978, con motivo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en los que Colombia logró 8 medallas de oro, se construyó el diamante de Otrabanda, sitio de obligada asistencia para cientos de paisas que aprendieron a jugar a la pelota blanda, esa que convirtió a Antioquia en el rey con sus títulos nacionales, especialmente impulsados por la rubia lanzadora Ana María Jaillier.

Panamericanos, centroamericanos y del Caribe, suramericanos, toda clase de confrontaciones internacionales se cumplieron en ese epicentro de los bates y las manillas, donde la figura robusta, no solo en lo físico, sino en ideas y conceptos, marcó un derrotero para el sóftbol, tanto de Antioquia como de Colombia y Suramérica.

En pleno Mundial de fútbol-2010, el 5 de julio, cuando el balón lo cubre todo, Oswaldo Osorio Rodríguez, quien también fuera poeta, le dijo adiós a una vida repleta de logros. Murió en Montería, donde al lado de sus hijos Carlos Alberto, Clara Inés y Juan Guillermo cumplió su etapa final de médico -fue anestesiólogo- y como dirigente deportivo, llama que nunca dejó apagar, porque esa era parte de su infinita pasión.