Histórico

¿Otra vez el salario del miedo?

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09 de noviembre de 2009

No sé si muchos o pocos de ustedes vieron una vieja película francesa cuyo título en español era el Salario del Miedo, y solamente tomo las palabras para referirlas al salario mínimo colombiano, porque la cinta francesa era otra cosa distinta a la firma de un decreto en el mes de diciembre. El título sirve para definir estos meses, o estas semanas, en que el trabajador colombiano tiembla porque espera las alzas en todo, menos en lo que gana cada mes.

Y encima de ese miedo tienen otro pavor más cuando se supo que alguien pidió que se rebajara el salario mínimo, como si quinientos mil pesos escasos sirvieran para que una familia de cuatro o cinco personas pudiera pasar 30 días sin morir de hambre y con los servicios cortados.

Y algo todavía peor y que puede tocar los límites de la infamia: algunos padres de la patria, o alguno, para no errar, pidió cinco millones de pesos mensuales de aumento... porque los 20 que gana no le alcanzan para sus "gastos".

¿Será mal usada la palabra infamia que escribí en el párrafo anterior? Puede ser y a lo mejor estoy agraviando a los padres, pero como ando escaso de lenguaje por estos días, me quedo con lo que dije y yo no sé qué nombre darán ustedes a una persona que gana 42 veces más que otra y quiere que le den otros cinco millones cada treinta días.

PAUSA. Dos millones de multa en Bogotá a quien orine en la calle. Ochocientos mil pesos al que haga un disparo... es más barato "sacar" el revolver...

CUMPLEAÑOS. Todos hacemos preguntas tontas y yo, por supuesto, tengo la mía: en el cumpleaños se cumple un año más de vida o uno menos. Yo no sé quién pueda darme una respuesta más inteligente que mi pregunta, pero hay pequeñeces que uno no se puede guardar. Como, digamos, un alfiler en el bolsillo de la camisa. Les dejo la modesta inquietud, y "paso a decirles lo siguiente", como empiezan las cartas los hermanos campesinos:

En este año, y creo que en este mes, cumple años la aspiradora, no la de mi casa, que no tengo, sino el invento de la maquinita esa que sigue siendo muy útil y más ruidosa de lo que debe ser, como dicen algunas señoras que, por no escuchar el endiablado motorcito, vuelven a tomar la escoba, su cetro de mano, y siguen como si el tiempo se hubiera detenido.

En todo caso, la aspiradora está en sus 108 años de vida y supongo que los va a celebrar con una buena limpiada en todas las habitaciones.

La aspiradora no está sola en este aniversario porque también los taxis tienen su fecha de nacimiento en este mes. Han llegado a sus 102 años y en nuestras calles vemos vehículos que bien pueden asistir a la fiesta.

Finalmente, y como nota curiosa, este escribidor cumple también otro año en noviembre, mes de los escorpiones y se siente muy feliz de poder organizar una pachanga con la hermana aspiradora y el hermano taxi. Feliz cumpleaños para mis dos amigos y para los demás escorpiones y escorpionas.