Paisas y orgullosos
Ocho personajes constituyeron esta semana el microcosmos del universo paisa en el extranjero.
Fueron ocho las historias de vida que se hicieron visibles en el escenario de Plaza Mayor.
Historias que regresaron a la ciudad procedentes de Europa y Estados Unidos para recordarnos, desde su experiencia única, dos palabras que a veces lucen gastadas en cada pronunciación, pero que con ellos cobraron nuevos sentidos: querer y poder.
Hay que desear y trabajar para conseguir las metas que nos proponemos.
Ese es el ejemplo que nos brindan sus logros profesionales y personales, obtenidos en el extranjero, visibles en Medellín, y que siempre conservan alto el componente del ADN paisa. Ese componente genético y de formación medular en casa, que se traduce en ganas de trabajar, en orgullo por los orígenes y respeto por la familia.
Además de querer y poder, nuestros paisas ejemplares nos dejan otra lección fundamental y edificante: es menester la formación académica. El ser profesional es el primer paso para cruzar las puertas que se abren en cualquier instancia laboral.
Manuela, Francisco, Andrés, Gloria, Álvaro, César, Fredy y Diego compartieron con los asistentes al evento Antioqueños y Antioqueñas en el exterior, convocado por la red Sospaisa.com, de la Agencia de Cooperación Internacional, el valor de perseguir los sueños y de oír ese yo interior que señala el camino.
En el caso de Manuela Mejía, era irse a Miami y quedarse seis meses. Hoy lleva seis años y su meta de ser cantante profesional se asoma cada día más cercana.
O el arquitecto Francisco Sanín, que al graduarse de arquitectura se fue a Europa y dejó que el destino decidiera por él. Claro, él puso un enorme ingrediente de trabajo y ganas.
Ellos contaron sus historias, pero sabemos que son muchos más, cientos, los paisas que nos hacen sentir orgullosos con sus tejidos de país en el exterior.
Un exterior que podría parecer lejano, y que, no obstante, se hace cálido cuando sabemos que personas de apellidos Zapata, Hurtado, Villa, Gaviria, Jaramillo o Restrepo van por el mundo diciendo: ¡soy paisa!