Pérdidas que se miden en vidas
TRES MOTOCICLISTAS murieron este lunes en accidentes de tránsito. La dolorosa problemática le sigue arrebatando a la sociedad hombres jóvenes y talentosos.
Tres momentos diferentes, tres vías rápidas del Valle de Aburrá como escenario, tres jóvenes motociclistas, que en condiciones paralelas, pusieron punto final a sus historias.
El lunes pasado, en menos de doce horas, fallecieron Diego Alejandro Ortiz, Luis Carlos Arcila Duque y Anderson Restrepo. Ninguno de ellos llegaba a los 25 años.
En el mes de julio, EL COLOMBIANO dedicó una semana completa al cubrimiento del fenómeno del motociclismo.
Con el especial Vida en Moto, este diario registró el problema de salud pública que representa el crecimiento desbordado de la accidentalidad vial de motociclistas durante la última década.
Para mitad de año, el número de muertes sumaba 82 casos solo en la ciudad de Medellín. Sin embargo, este no es un tema estadístico. Detrás de los números hay rostros que dejamos de ver, voces que dejamos de oír.
Como la de Luis Carlos Arcila. De no haber ocurrido el accidente en la autopista Medellín-Bogotá, él estaría despidiéndose hoy de sus amigos del municipio de Marinilla, alistando la maleta para volar a un mundo nuevo.
Ingeniero electrónico graduado de la Universidad Católica de Oriente, a Luis Carlos lo estaban esperando en una universidad suiza que le había otorgado una beca.
Veintitrés años, bajista de una agrupación de rock, un actor dinámico de la vida cultural del oriente cercano, en la que se destacaba como creador de stencils.
Hace unas pocas semanas había publicado su primer álbum musical: Kword . Manuela Gómez, una de sus incondicionales amigas, lo describe como un muchacho "tímido e inteligente".
Su compañero de "toques", Carlos Andrés Tapias, dice que era "la persona más noble del mundo", y tal vez por eso hoy, a las seis de la tarde, tocará en el Teatro Municipal de Marinilla algunas de las canciones que él compuso.
En resumen, un buen muchacho tocado por el arte, talentoso y querido por su gente. También otra estrella apagada por los accidentes sobre dos ruedas.