Histórico

Pérez Reverte escribe de grafitis

07 de octubre de 2013

El escritor Arturo Pérez-Reverte se adentra en el mundo del grafiti en su nueva novela, El francotirador paciente, una historia "ágil, seca, dura y callejera" en la que el autor recrea el ambiente "marginal, vandálico" de los grafiteros, que "a veces linda con el terrorismo urbano".

"El grafiti es un ajuste de cuentas. Hay un rencor social en todas esas actuaciones", afirma Pérez-Reverte en una entrevista con Efe, en la que adelanta algunos aspectos de esta novela que Alfaguara publicará el próximo 27 de noviembre en todos los países hispanohablantes.

Un libro que le sirve para pronunciarse "sobre la gran falacia, la gran mentira del arte actual", aunque hay artistas a los que respeta "mucho", aclara.

La novela se pasea por Lisboa, Verona y Nápoles, además de Madrid. "Si es legal, no es grafiti". Esa frase martillea a lo largo de la historia y refleja, en opinión del escritor, hasta qué punto es inútil "el intento de las autoridades por domesticar el fenómeno. Nunca van a poder hacerlo, porque siempre habrá disidentes".

La novela está protagonizada por Alejandra Varela, especialista en arte urbano, a la que un editor de renombre le encarga que localice a Sniper, un grafitero famoso del que casi nadie ha visto jamás el rostro ni conoce el paradero. "Pinto para que sepan cómo no me llamo", era una de sus frases preferidas.

Sniper, "una mezcla de Bansky y Salman Rushdie", dice el autor, es admirado por los grafiteros de medio mundo y muchos de ellos secundan las acciones callejeras que promueve, que a veces son "graves, destructivas, peligrosas".

En su nueva novela el escritor critica ciertas manifestaciones del arte actual y menciona a artistas a los que admira "mucho" y otros a los que "no".