La gran voz de América Latina
Mercedes Sosa, conocida cariñosamente entre su público como "la Negra Sosa" y "la voz de América", creó escuela en la música argentina y se convirtió en símbolo para una generación que sufrió la dictadura militar y luchó por el restablecimiento de la democracia en el país.
Los problemas de salud de Sosa, fallecida este domingo en Buenos Aires a los 74 años, venían de lejos, aunque se agravaron en los últimos meses y a mediados de septiembre tuvo que ser internada debido a un problema hepático que le afectó los riñones y se complicó con una afección cardiopulmonar.
Nacida en San Miguel de Tucumán (noroeste argentino) el 9 de julio de 1935, Sosa comenzó muy joven su carrera artística y pronto se dio a conocer por su reivindicación de las raíces culturales argentinas, su presencia imponente y el tradicional poncho que utilizaba para sus actuaciones.
Con sólo quince años ganó un concurso radiofónico con su interpretación de la zamba "Triste estoy" y que sería el inicio de una trayectoria de renovación del folclore argentino que la llevó a fundar el "Movimiento del Nuevo Cancionero" junto a Manuel Oscar Matus, con quien se casó en julio de 1957.
En 1965 se separó de Matus, participó en la grabación de un disco de Ernesto Sábato y Eduardo Falú y grabó su primer trabajo, "Canciones con fundamento".
Al año siguiente logró el primero de sus grandes éxitos "Zamba para no morir", que le abrió las puertas de Estados Unidos y Europa para su primera gira internacional, en 1967.