Ladridos que alertan a los vecinos
Los perros que ladran continuamente son una queja constante en los barrios de la ciudad. Pero no siempre lo hacen por maltrato, a veces se reflejan problemas afectivos del animal.
Sentir angustia ante el llanto que no cesa de un perro encerrado es una reacción natural en la mayoría de las personas. Sin embargo, pocas veces se sabe cuál es el procedimiento adecuado cuando se sospecha de maltrato animal.
Nuestro lector Jairo Velásquez nos informó del caso de dos perritos que permanecen solos en un apartamento en la Villa de Aburrá. Al parecer, las mascotas hacen ruidos y gimen por la ausencia de sus dueños y el hambre.
Ante su preocupación, pues no sabe cómo proceder en este caso, nos dimos a la tarea de indagar sobre el tema.
Según Nora Vallejo, de la Sociedad Protectora de Animales, lo mejor es no juzgar sin conocer el caso, pues algunas personas llaman a decir que sus vecinos maltratan los animales, cuando en realidad son perros inseguros que ladran por razones afectivas y no por aguantar hambre.
“Lo primero que le digo a la gente cuando llama a exponer casos de perritos solos en sus casas es que hablen con sus dueños. Muchas veces hasta hemos logrado que algún vecino cuide el perrito en su ausencia”.
Para Nora, es posible conciliar en casos en que las personas necesitan ir al trabajo y dejar su mascota unas horas. Sin embargo, cuando el animal permanece encerrado por días, el panorama cambia.
“Si una persona piensa irse de viaje y dejar el perro tres días solo, es mejor que no lo tenga. Eso es irresponsabilidad”. En caso de que un vecino detecte que los perros son abandonados o maltratados físicamente sí debe denunciar ante la Inspección Ambiental, que hará una visita al propietario del animal y, de ser necesario, impondrá una sanción.