Pipe pasó del Playstation a carros reales
Su primer contacto con los carros fue en un videojuego. Hoy, el cantante Pipe Calderón rueda "de verdad" pensando, sobre todo, en su confort.
Pertenece a la generación de los videojuegos. Su aprendizaje del mundo de los automóviles: marcas, potencias, desempeño, posibilidades de mejora: todo aprendió mientras jugaba Gran Turismo, el popular videojuego de la consola Play Station.
Allí, Pipe Calderón tuvo su primer carro: un Mazda Miata. "Con Gran Turismo comencé a aprender de carros sin necesidad de manejar", señala hoy cuando recuerda ese primer contacto con el mundo de la cuatro ruedas.
El realismo de este juego le permitía tener opciones para mejorar la configuración del vehículo, darle más potencia, afinar la suspensión, mejorar las llantas y así competir con otros aficionados.
De la consola a la calle
Ya en la vida real, su goma se transformó en un Corsa Evolution, el primer carro "de verdad" que tuvo entre sus manos y que condujo, obviamente con mucha más prudencia que las maniobras que podía intentar desde la sala de su casa en la consola del play.
Luego del Corsa, el salto lo dio a un Mazda 3, ya mas cerca de sus sueños del play, y de este carro guarda buenos recuerdos, no tanto por lo que pudo disfrutar en su conducción o por las bondades que pudiera tener en su desempeño, si no porque el vehículo se convirtió en el apalancamiento financiero que necesitaba para producir el primero de sus videos musicales: ¿Por qué estás sola?
Comodidad y seguridad
Y aunque el gusto por la potencia y el buen desempeño de los vehículos con los que jugaba en Gran Turismo se le quedó pegado, sabe que en las calles colombianas es muy difícil poder aprovechar las bondades de un carro como esos.
Por eso a la hora de definir los aspectos que más le llaman la atención cuando de comprar o admirar un carro se trata, se decanta por el tema del confort. Comodidad medida no solo por lo bien ajustado y descansado que quede en las sillas del carro. También basada en los elementos de tecnología que le pueda brindar el vehículo para tener un viaje mucho más placentero y seguro.
"Y no me gusta un carro dos puertas. Nunca ando solo, entonces prefiero el cuatro puertas que facilita que mis acompañantes, mis amigos, la familia, se puedan subir y bajar del carro sin problemas".
También, señala que le gustan los vehículos tipo campero, "pero no porque sea muy amante del campo, soy más bien citadino, pero la comodidad, el espacio que tienen es lo que me llama la atención. Sería un carro que me gustaría tener más adelante, cuando la familia crezca", dice.
Música sin obsesión
Parecería obvio que la música acompañara los viajes de Pipe Calderón en su carro. Sin embargo, señala que tampoco se obsesiona por escuchar o escucharse. Explica que cuando tiene un nuevo tema sí lo escucha dos o tres días mientras conduce para hacerle correcciones, por ejemplo, pero una vez está listo lo deja. También monitorea la radio musical del género urbano para saber qué y quién está sonando. "Si suenan mis temas me gusta, pero no me desespero cuando no estoy sonando en radio y suena otro colega. Sé que en otro momento me tocará a mi". Pero en su carro también aprovecha para salirse del entorno de la música urbana y pone a sonar en su equipo ritmos más suaves.
Sutil personalización
Y aunque en el imaginario popular los artistas urbanos tienden a la excentricidad, Pipe Calderón busca salirse de ese molde en el que no se sentiría a gusto. Personaliza su carro sí, pero de manera suave con pequeños toques que marquen la diferencia.
Los rines, por ejemplo, son un detalle que le gusta cambiar. En el BMW 320 que hoy conduce, el que mira con atención, descubrirá una diferencia frente al modelo tradicional: los emblemas. En su vehículo los colores azul y blanco de la hélice característica de la marca, se trocan por los colores negro y blanco.