Histórico

Poetas prepago

20 de octubre de 2010

Poetas Cobo Borda y Harold Alvarado:

Por el correo de las brujas supe que en la revista Soho cometieron versos en favor de Natalia París, cuyos encantos han empezado a declinar con altiva coquetería.

Sospecho que nos la quieren inmortalizar a verso ventiao. Déjenla envejecer tranquilita. Maluco también es bueno.

No los felicito por ingresar al listado de poetas por encargo. Que sus musas se lo demanden y les confundan adjetivos con sustantivos y verbos con adverbios.

Mañana los pueden llamar a que hagan lo mismo con otras caderas y/o pectorales, y su pluma mercenaria lo hará sin ponerse colorada. ¿Que hay que componer un trabajoso soneto endecasílabo sobre la corrida de un catre? Pues llamen al dueto Harold-Cobo Borda. Muy bonito, ¿no, poeticas?

Dios los crió y la publicación que dirige el Hugh Hefner criollo del Samper Ospina los juntó. Me quedo con otros poemas, muy buenos, que han escrito sin la presión del cierre de revista.

Sin mayores sentimientos de consideración?

Poeta Eduardo Escobar:

Estoy buscando a nuestro paisano Juan Manuel Roca por aire, mar y tierra para piconiarle que andas acusándolo en tu columna de El Tiempo del pecadillo de tomar poemas sudados por otros, le cambia puntos, comas, preposiciones y los suelta como si fueran suyos.

Solo te faltó decir que por piratear décimas todos los días le dan un premio literario en algún punto de la aldea global. Ignoro en qué país anda el hijo de Rubayata leyendo poemas y sumando galardones con platica, pero que lo encuentro, lo encuentro, para que te rectifique.

No creo que Roca necesite hacer lo que denuncias que es tan feo. Yo una vez incurrí en una calumnia parecida: que al fallecido maestro Jaime Sanín Echeverri le quedó muy bien escrito el discurso que pronunció su hija Noemí cuando se posesionó como ministra de Comunicaciones de Belisario. Me soplaron memo por irrespeto a la autoridad. Casi me suspenden.

Roca, de quien soy fanático, me robó una exótica novia que usaba perfume Caron. Pero de ahí a asumir como suyos versos ajenos, jamás.

A Ernesto Ochoa, salud.

A propósito de reciente columna tuya en El Colombiano , te comento que también a mí me jalan las orejas y otras presas porque no he cometido "mi" primera novela. Ni siquiera un mal cuento. Les explico que el periodismo y el columnismo son suficientes para este pecho, que no di para más en esta existencia. Agrego que en cada columna dejo el cuero para no defraudar al respetable. Nada.

Toca aguantar el acoso literario con cristiana resignación porque la exigencia viene de gente bella que desea verme en Estocolmo de carriel jericoano y ruana montebellense recibiendo un chequecito de inmortalidad de manos del arcaico Rey Carlos Gustavo y de su esposa, la brasileña Sylvia. Ese premio se quedó sin chulear en ésta y en próximas 999 reencarnaciones.