Histórico

Profe: la palabra que más le suena a Tatiana

03 de julio de 2008

Imagínense a Tatiana Peláez Torres a punto de cumplir 20 años y rodeada de 28 niños.

Sueña tener dos luego de casarse. Por ahora, de 7:00 a.m. a 4:30 p.m., ejerce de profe del grado Infantes B, en Gota de Leche, cerca a la Plaza de Flórez.

Imagínenla, también, muy dedicada a su trabajo, a pensar en nuevas formas de pedagogía y dispuesta, muy dispuesta, a ser docente de la Normal Antioqueña, que le dio el título de bachiller con énfasis en Ciencias Naturales.

Desde niña, cuando jugaba a la escuelita ella era la profe. Por eso a nadie se le hizo raro cuando tomó esta decisión, siguiendo el ejemplo de su abuelita y su madrina.

Y lo afirma con una certeza que parece muy grande para su estatura y edad: "me encanta contribuir y aportar alguna cosita a la vida de los niños".

Y añade con seriedad, que "la educación que más nos queda es la de preescolar. Quiero que mis niños me recuerden como la profe que los formó como unas personitas importantes".

Tatiana, profe, Tati o mami, como la llaman sus alumnos, tiene muy clara su lista de sueños: casa propia (primero el techo que los lujos como un carro, dice), viajar a Europa (ojalá Suiza), fundar su preescolar y que sus alumnos no la dejen en el aburrido cajón del olvido.

En el asunto de la casa coincide con el 94% de los encuestados entre 18 y 24 años, que se imaginan que tener propiedad raíz es sinónimo de calidad de vida, después de la buena salud (100%) y antes de un matrimonio feliz (63%).

A la hora de los viajes, Tati entra en el 77% que dice que viviría en otro país y se inscribe en el 44% que eligió Europa como su destino.

Apenas ayer regresó de vacaciones y sus alumnos aplazaron el bullicio del retorno para el próximo lunes.

Lo más gratificante para esta chica de mediana estatura, dientes enormes y un llamativo lunar en la mejilla izquierda, es ver progresar a sus alumnos, entre juegos en la piscina de bolas, el deslizadero (motricidad fina) y control de esfínteres. "Hago comparaciones y noto que han crecido mucho desde que entraron. Son más avispados, como dicen los papás. Para mi llevan un mejor proceso, cómo se relacionan, cómo comparten"...

No ve la hora de que regrese el alborozo de sus 28 chicos de Infantes B. El lunes, a las 7:00 de la mañana, podrá sacar a la niña que lleva dentro.

Ahora, imagínese a la profe Tatiana jugando en el suelo y corriendo. Ellos aprenden y ella vuelve a recorrer el camino de la infancia.