¿Qué pasa con la salud?
Nuevamente me expreso en nombre de pacientes y familiares, soy enfermera y trabajo en un centro gerontológico y de cuidados paliativos, y las situaciones que vivo a diario con pacientes remitidos desde un hospital me horrorizan.
Hace una semana nos remitieron un joven paciente de 36 años en coma por una meningitis bacteriana, hacía un mes que estaba hospitalizado; tenía una traqueostomía (orificio a nivel de la tráquea para poder respirar), traía sonda en el estómago para alimentarse y sonda para eliminar. Nos lo remitieron el sábado a las 11 p. m.; cuando podría haberse remitido más temprano, pero las ambulancias que iban a recogerlo no tenía oxígeno ni el equipo adecuado para poderlo trasladar en esas condiciones.
Al llegar a nuestro hogar la familia angustiada me entregó la fórmula para administrarle los medicamentos; les pedí que me los entregaran, pero en la clínica no se los dieron porque el paciente era de una EPS y sólo se los cubrían a nivel hospitalario; así que sólo hasta el lunes podrían reclamarlos; si en el centro gerontológico no tuviéramos medicamentos, el paciente hubiera quedado descubierto por dos días, pero lo más grave es que el paciente necesitaba la evaluación nutricional y lo enviaron sin ninguna valoración; el paciente que se alimenta por sonda tiene unos requerimientos especiales, y de acuerdo a su condición física y otros parámetros se determina qué nutrientes necesita para que permanezca fuerte y aumente sus defensas, así que nos tocó planear la dieta de acuerdo a nuestros conocimientos. Necesitaba un aspirador para sacarle las secreciones y aún no ha llegado; pero nosotras sí lo tenemos; así que lo pudimos atender sin ningún tropiezo.
Si nosotras que estamos preparadas para esta atención nos vemos en serias dificultades, ¿qué podremos esperar de aquellas familias que llevan a sus seres queridos en condiciones delicadas y no cuentan con los recursos para atenderlos? Sólo sufrimiento y dolor.
El paciente falleció la semana pasada, tenía múltiples complicaciones y estamos seguras que fue dado de alta con una infección respiratoria severa; miles de razones y el proceso de una enfermedad delicada lo llevaron a la muerte, pero me asombra que nadie, absolutamente nadie en el hospital fue capaz de evaluar más allá y satisfacer las necesidades mínimas de este paciente.
No sé si este es el manejo que se le da a los pacientes que pertenecen a una EPS; solo sé que juramos trabajar bajo los valores de la responsabilidad, la ética y el amor; y veo que esto dista mucho de lo que es la atención en salud en la actualidad. Ayer tenía la evaluación por la nutricionista; cuando lleva ocho días de muerto...
Las instituciones de salud, y quienes hacemos parte de ellas, debemos cuestionarnos si el trabajo que realizamos lo hacemos por la necesidad de un salario o por el verdadero amor de servir a los demás.