Histórico

Quirós retrató el siglo de Villa Hermosa

28 de noviembre de 2009

¡Qué casualidad! El 15 de noviembre de 1918 nació Jesús Quirós, exactamente nueve años después de que hubiera sido fundado Villa Hermosa, su cuna.

Y juntos, barrio y hombre, formaron una yunta que hoy los pobladores recuerdan con nostalgia y muy agradecidos de que así hubiera sucedido. Sobre todo porque Quirós ya no está y el barrio sigue ahí, vigente y hasta más joven, tanto que hace 15 días la gente celebró los cien años con sancochos, rumba y una exhibición de fotos.

Estas, precisamente, recordaron que allá nació Quirós, que allá vivió y que aunque murió el 3 de octubre de 2003, fue quien mejor acompañó a Villa Hermosa en todos sus momentos, los malos, los duros y los del progreso.

Quirós está vivo y no hay familia más orgullosa que la suya: sus 9 hijos, 19 nietos y 13 bisnietos, que lo ven como un héroe, el que mejor interpretó al barrio y el ser más leal y hogareño que conocen.

"Él retrató a toda la gente del barrio. Andaba a pie con un carriel en el que metía las fotos y las iba repartiendo. ¡Tenía una memoriaaa! Él sabía quién era cada quién y hasta la casa llegaba con la foto", recuerda Luz Marina, una de sus hijas menores.

Paisa del siglo pasado, el hombre le apostó a conformar un hogar con muchos hijos. Y debe ser que a todos les dio buen trato y buena vida, pues de diez, sólo murió uno. Los demás andan por ahí, mujeres y hombres, vivitos y evocándolo. La que no aguantó fue su esposa, Maruja González, que a los dos años de él morir también partió, "la pena moral, imagínese, toda una vida juntos, ella no resistió", apunta Ana de Jesús, otra hija.

Un tesoro
Todo un tesoro o varios tesoros, dejó Quirós. Uno, sus fotos, todas tomadas en Villa Hermosa y Manrique. Imágenes de señoras, de niñas, de jóvenes casándose o de primeras comuniones y bautizos. A Jorge Eliécer Gaitán cuando estuvo en el barrio. Y una colección de cámaras dignas de museo. Y todo eso tragaba polvo, hasta que la familia decidió rescatarlo y exhibirlo.

El estreno fue el domingo 15, cuando Villa Hermosa celebró cien años. Y ahora, en la casa de Luz Marina, en pleno Villa Hermosa, esta la colección, en la que se ven los primeros buses, los primeros muros del templo de la Sagrada Familia o los paseos al Bosque de la Independencia.

Un legado para conocer a ese viejo Villa Hermosa que sigue tan barrial como Manrique o Castilla, que no les han cedido las casas viejas y amplias a los urbanizadores para que hagan apartamenticos. La Villa que todavía tiene esquinas con muchachos riéndose y contando historias.

"Mi papá fue el mejor y el primer fotógrafo de por aquí", repitió una de sus hijas. Los demás la respaldaron. Todas y todos los Quirós estaban reunidos en la escuela Francisco Antonio Uribe, donde se montó la exhibición de su papá el 15 de noviembre.

Un hombre de barrio, sin duda. Un fotógrafo que tal vez ni supo la herencia que tenía por dejar: el registro histórico de las gentes y los desarrollos de uno de las barrios más tradicionales.

"Él tenía una pieza llena de todas sus cosas, la llamaba la pieza de las ánimas y no dejaba entrar a nadie ahí", contó Joaquín, un hijo.

Por eso, tal vez, no le dejó su herencia a nadie. Y todo quedó ahí: cámaras y fotos. Un legado lleno de magia y encanto. Villa Hermosa a plenitud, en fotos...