Revolcón a lo social para prevenir la violencia
Revisar los programas de inversión social para que contribuyan, de manera más eficaz, en la prevención de la violencia es una de las estrategias que promueve el Gobierno Nacional para frenar la ola de violencia que azota ciudades como Medellín.
Así lo planteó a este diario Frank Pearl González, el alto consejero presidencial para la Reintegración y a la vez comisionado de Paz, quien visitó la capital antioqueña para evaluar la problemática de seguridad en la ciudad.
El funcionario se mostró optimista sobre el impacto de la intervención social que impulsará desde su despacho para ayudar a superar la violencia, en especial, para frenar la vinculación de los jóvenes a grupos delincuenciales.
¿Cómo planea el Gobierno enfrentar la criminalidad que afecta hoy a ciudades como Medellín?
"Uno de los retos que tenemos es trabajar sobre las causas de la violencia y no solo sobre sus efectos. Hemos hecho un análisis de unas 500 metodologías que hay en el mundo para prevenir la violencia y solo hay unas 30 que funcionan. Estamos revisando en la Consejería cuáles se pueden trabajar en Medellín, que tengan impacto sobre los factores de riesgo para que una persona se vincule a la delincuencia. Encontramos que en Medellín y Antioquia se desarrollan 236 programas sociales, pero en la mayoría de los casos no atacan el problema y los factores de riesgo".
¿Quiere decir que los programas sociales no fueron bien diseñados y esa platica se perdió?
"No, los programas son buenos y muy benéficos, pero tenemos que diseñar programas que sean específicos para prevenir la violencia. Lo que sucede es que hay programas, por ejemplo, destinados a la educación o a la recreación, pero no significa que impidan la vinculación de personas a la delincuencia o a grupos armados ilegales. Los programas deben tener impacto en la población que más se ve amenazada por la violencia, entre los 15 y los 29 años y otro segmento son los niños y adolescentes, en prevención desde temprana edad. La convivencia tiene sostenibilidad desde lo social, por eso vamos a formular un documento Conpes de política social para prevenir la violencia y Medellín será la primera ciudad en aplicarse".
En los últimos meses se escucharon críticas a la justicia por falta de resultados contra la delincuencia, ¿hay consenso entre éstas para esta intervención?
"Creo que sí, nos hemos reunido y hay voluntad del Gobierno local. Pero debemos trabajar juntos, de la mano, si Gobierno, Policía, Fiscalía y la Alcaldía tenemos divisiones no vamos a enfrentar bien la problemática. Tenemos un enemigo común que es la violencia, si nosotros nos dividimos, los delincuentes hacen fiesta. En los últimos meses se han ajustado los protocolos, que era una falencia que había y la judicialización de los delincuentes ha mejorado mucho. La impunidad se ha reducido".
¿Cómo ve el Gobierno y su oficina los pactos de no agresión entre combos delincuenciales?
"Toda iniciativa que busque la paz y la convivencia es bienvenida. Pero eso no puede significar impunidad, ningún pacto puede estar por encima de la justicia. Por eso el Gobierno no considera extender el beneficio de la desmovilización a estos grupos ni a bandas criminales, sería abrir una puerta giratoria a la violencia".
Hay críticas a la prórroga de la ley de Justicia y Paz, ¿por qué quiere el Gobierno insistir en ella?
"El Gobierno quiere mantener la ley de Justicia y Paz porque es el instrumento y el marco jurídico que tiene para incentivar la desmovilización de los grupos armados ilegales. Además, las víctimas de esos 25 mil paramilitares que siguen en el proceso tienen derecho a conocer la verdad y ser reparados. En el caso de las guerrillas esta ley nos está permitiendo desmovilizar a guerrilleros de alto rango, mandos medios con 10, 15 o más años en la guerrilla que entregan información valiosa y tienen la influencia para lograr más deserciones".
¿El proceso de liberaciones de secuestrados se estancó, por qué no hay avances?
"El Gobierno está listo para proceder y ha ofrecido todas las garantías. A finales del año pasado estuvimos en Brasil y el Gobierno de ese país ofreció su cooperación. Incluso envió un técnico que estuvo hasta el 23 de diciembre en Colombia esperando la respuesta de las Farc y se regresó porque nunca la hubo. No es cierto que la guerrilla haya rechazado a Brasil como mediador, son especulaciones, simplemente no ha habido ninguna respuesta, nada, no parece haber voluntad".