Río Medellín recupera el oxígeno
Cuando se habla del saneamiento del río Medellín imaginamos en algunos años verlo lleno de peces e incluso de bañistas en un día soleado.
Aunque lo primero sería posible por los niveles de descontaminación a los que se pretende llegar, no podremos tener vida acuática, debido a la velocidad que tiene el caudal por la canalización, lo que no permitiría un desove de peces.
El saneamiento del río se inició hace 30 años en la ciudad de Medellín, pero posteriormente se amplió a otros municipios a medida que se fueron integrando al Área Metropolitana.
Aunque el programa se conoce con el nombre de Saneamiento del Río Medellín este abarca también las quebradas afluentes.
Inicialmente los sistemas de recolección de aguas residuales (alcantarillados) de los barrios iban a verter en las quebradas aledañas lo que les daba un mal olor y por eso se consideraban malas vecinas.
EPM decidió descontaminarlas tirando a lo largo de ellas líneas de transporte de aguas residuales o servidas, llamadas colectores.
Con esto se empezó a interrumpir el paso de las alcantarillas al agua de las quebradas. Posteriormente se construyeron interceptores para recibir los colectores a lo largo del río y así llevar esas aguas a las plantas de tratamiento.
La planta de San Fernando en Itagüí se empezó a construir en 1997 e inició operaciones en 2000 para tratar las aguas del sur del Aburrá con el fin de quitarle la carga orgánica y así la demanda de oxígeno de las bacterias sobre el agua para generar una mayor carga de oxígeno disuelto al río.
El plan de saneamiento ya va en Moravia y lo que sigue es recoger las de Bello y las del norte de Medellín para llevarlas a la nueva planta del norte.
Será una planta de cinco metros cúbicos por segundo, cuatro veces y media más que la de San Fernando en su capacidad de tratamiento. Removerá 140 toneladas diarias de contaminación, lo que hace que el río tome nuevamente su capacidad de transportar oxígeno disuelto.
El trabajo comenzó con un río completamente contaminado, es decir sin oxígeno disuelto, y en el momento en la parte más contaminada, en el paso por la calle San Juan, ya se tienen tres miligramos de oxígeno disuelto por litro.
Con el trabajo que sigue de recolección y tratamiento en el norte de Medellín y en Bello se va a llegar a cinco miligramos de oxígeno disuelto y una retirada diaria de 200 toneladas de materia orgánica, que es aproximadamente el 95 por ciento de la que recibe el río.
Esto quiere decir que el olor desaparecerá completamente y que si no estuviera canalizado en esos niveles de oxígeno resistiría vida acuática.
El Área Metropolitana también adelantó el Mejoramiento de la calidad física e hidráulica del río Medellín mediante la remoción de sedimentos y construcción y reparación de placas en jurisdicción de los municipios de Sabaneta, La Estrella, Itagüí, Medellín y Bello.
Así se impide el estancamiento de las aguas y permite evacuar rápidamente las crecientes que presenta el río. La inversión ascendió a 500 millones de pesos.