"Se nota la sed de Dios": Octavio Ruiz
Para el Secretario de la Nueva Evangelización de la Iglesia, América Latina es un ejemplo de fé universal.
Es colombiano. Fue secretario del Papa Ratzinger en épocas de Juan Pablo II. El próximo mes de mayo el arzobispo José Octavio Ruiz Arenas cumplirá un año cómo secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización al que fue designado por el Papa. Conserva también su condición de arzobispo emérito de Villavicencio. Tras la muerte del cardenal Alfonso López Trujillo y la jubilación del cardenal Darío Castrillón, es el colombiano más importante en la curia romana. Habló con EL COLOMBIANO sobre la visita deBenedicto XVI a México y Cuba.
¿Qué tan importante es Latinoamérica para el Papa?
"El Papa tiene un gran cariño por América Latina y siente una gran preocupación por la región. Ahora él se ha dedicado a dar una visita significativa a dos países de habla española, como México y Cuba. Hay que tener en cuenta que por la edad que tiene el Santo Padre, estos viajes tan largos no se le recomiendan, pero él siempre tiene mucha ilusión en América Latina porque sabe que lo han llamado el continente de la Esperanza. Además, él sabe que la Iglesia está muy viva, que puede dar mucho a esta Europa que se encuentra tan secularizada y brindarle un testimonio de gente que viva con amor y con ardor su fe."
¿Cuál es la posición del Papa frente a la violencia en México?
"El problema de la violencia que azota a México por el narcotráfico preocupa a toda la Iglesia. En diversas ocasiones se ha hecho un llamado a las conciencias de las personas, al respeto de la dignidad humana y al mismo hecho de que todas estas son acciones que desvirtúan lo que los hombres deben hacer para tratar de respetar la vida. Cada vez que hay este tipo de acciones, sobre todo en el norte de México, el Papa ha tenido una palabra de respaldo para las familias y un llamamiento a la conversión."
¿Cuáles cree que son los retos de la Iglesia en Latinoamérica hoy?
"Poder reafirmar la fe, que sigue muy viva en la mayoría de los latinoamericanos; ese amor profundo que hay por la Virgen y el respeto mismo que hay por la figura del Santo Padre. En este mundo globalizado la que la secularización va ganando mucho terreno, lo que va llevando a una indiferencia religiosa. Sin embargo, se nota que hay una profunda sed de Dios y, lamentablemente, muchos católicos no encuentran en la Iglesia una respuesta a sus inquietudes y a ese deseo que tienen, y van a buscarlo en otras comunidades religiosas.
En este sentido la Iglesia tiene una preocupación muy grande de un cambio pastoral, un acercamiento más profundo a la gente y de encontrar respuesta a esos nuevos desafíos que la cultura actual nos pone".
¿Qué interés podría tener el Papa en venir a Colombia?
"Que yo sepa, no hay por el momento ningún viaje programado a Colombia. Dentro de poco, los obispos colombianos realizarán la visita andina y, tengo entendido, quieren hacerle la invitación al Papa para que pase en algún momento por el país, aunque no podría hacerlo ni a Bogotá ni a Medellín por la altura, tocaría buscar otra ciudad. Lo único que sabemos es que posiblemente vaya a Río de Janeiro, en julio de 2013, para la Jornada Mundial de la Juventud."
En A.L. se encuentra el 50% de la feligresía, ¿por qué la región no tiene más representación en El Vaticano?
"La internacionalización de la curia se ha ido realizando poco a poco, y ha habido momentos en que ha habido más latinoamericanos, y otros en los que ha habido más europeos. Se ha buscado una representación de todos los países, pero no es que necesariamente tenga que haber una cuota como tal. Eso ya es algo muy voluntario del Santo Padre y no conocemos cuáles son las políticas que tengan ellos al respecto, pero lo importante es que quienes estamos tratamos de trabajar lo mejor posible y que el Papa tiene muchos cardenales en A.L. en las principales ciudades, algunos de ellos ya con edad avanzada, pero mientras no cumplan los 80 años siguen siendo electores y muy seguramente en el próximo Concilio se logren unos cinco o cuatro cardenales latinoamericanos".