Histórico

SE REQUIERE UNA SEGUNDA HABANA

21 de septiembre de 2014

Infructuosos o no, los diálogos de La Habana tienen un propósito potente, reencontrar el camino de la paz perdido en más de 50 años de conflicto armado.

Es un esfuerzo reconocido internacionalmente, sin embargo, quienes vivimos en este hermoso país sabemos que la paz implica muchas otras cosas más que superar la lucha con los grupos insurgentes.

Y seguramente ese fue uno de los argumentos que las empresas que promueven la campaña Soy capaz… tuvieron a bien considerar, porque la paz también depende de una actitud personal.

El conflicto armado puso sus cartas sobre la mesa de La Habana. Pero… ¿dónde se pondrán los demás problemas, desde el abuso sexual infantil hasta la corrupción?

En mi concepto, gran parte de nuestros problemas tienen su origen en la familia. El gobierno nacional posee algunas herramientas extraviadas en los cajones húmedos de algún servidor al que le preocupan otros asuntos. ¿Sabía Usted, por ejemplo, que el Congreso de la República aprobó una ley para el fortalecimiento de la familia, la Ley 1361 de 2009?

Y el Soy capaz… es el resultado de lo sembrado por unos padres de familia en los primeros seis años de vida.

Necesitamos otra Habana, otro espacio de negociación, para que los que creemos en la familia demostremos al gobierno que su atención es una inversión que deja grandes beneficios para la paz.