Senador Sudarsky propone revolcón electoral

El sistema electoral colombiano tiene un acérrimo detractor, el senador John Sudarsky, que lo responsabiliza de varios vicios de la democracia colombiana que propician, en muchos casos, la corrupción.

Para cambiar el sistema, Sudarsky radicó, por tercera vez, una reforma que cambiaría la estructura electoral colombiana por una mixta que, en sus palabras, "garantizaría saber quién representa a quién".

Es mixto pues integra los dos tipos de sistemas que existen en el mundo para elegir a los congresistas, el mayoritario y el proporcional. El último, es el que en la actualidad tiene el país y se basa en la circunscripción departamental para la Cámara y una nacional para el Senado. El problema es que con el sistema actual, según Sudarsky, no se sabe quién es el presentante de cada ciudadano.

El mayoritario es el que se usa en Estados Unidos y permite saber quién es el representante de quién. Su debilidad es que tiene tendencia al bipartidismo y puede perjudicar las minorías.

En concreto, el proyecto de reforma plantea la creación de Distritos Electorales Uninominales (DUN) en todo el territorio nacional por cada cierto número de habitantes, proponiendo que sea de 410.000 para Cámara y 820.000 para Senado.

La metodología de la elección también cambiaría. Primero, se escogería el 60 por ciento de las curules en el Congreso por medio de los DUN, los ciudadanos elegirían en cada distrito un representante y un senador. Allí resultará ganador quien obtenga la mayoría de los votos, entre un tarjetón electoral que tendría solo un candidato por partido o movimiento político.

Los votos de los candidatos que no salgan elegidos en los DUN, pasarán a integrar una "bolsa de votos" para el partido al que pertenecen. Cada partido de manera previa, tendrá que haber radicado una lista cerrada tanto para Cámara como para Senado para optar por esos votos y de allí se seleccionará el 40 por ciento restantes de las curules del Congreso.

Sudarsky espera que el cambio de mentalidad también promueva mayor participación política, elimine el clientelismo y reduzca el costo de las campañas para los candidatos.

¿Por qué cambiar un sistema que ha funcionado?
"Porque el núcleo del sistema actual no tiene representatividad. Dos millones de votos nulos se presentaron en las elecciones pasadas, lo que significa más votos de los que se depositaron en Bogotá y adicional a ello se presentaron 800.000 sin marcar. Es decir, que la gente se levantó por la mañana, cogió su burra para coger el bus, llegó al lugar de votación y no supo qué hacer".

Si tiene beneficios, ¿por qué no se ha aprobado?
"La primera vez que lo presentamos no nos dejaron discutirlo. La segunda vez, el presidente Juan Manuel Santos lo apoyó para que se discutiera dentro de cada partido y hubo partidos como el de la U y Cambio Radical que ni siquiera quisieron oír. Para todos es muy amenazante que fuera a salir esto para el 2014 y no hay ya manera de que salga. Por otro lado hay muchas ventajas para los congresistas, ellos son las víctimas del sistema actual, porque si una campaña les cuesta 4.000 millones, como en el caso de las de Senado y si no quedan, entonces quedan fritos, pierden la casa, pierden lo que quiera. Y eso convierte a muchos políticos en corruptos. Esto se vio expresado en la reforma a la Justicia, en la que los congresistas tenían temor a su vulnerabilidad y trataron de meterle mano. En cambio en este modelo se compite solo contra otros nueve y se rinden cuentas".