Histórico

Sharon, el otro nombre de Israel

Amado y odiado, marcó durante décadas la historia de su país en tiempos difíciles.

11 de enero de 2014

Dos momentos históricos son ineludibles a la hora de hablar de Ariel Sharon. En ambos estaba rodeado de fuerzas de seguridad, pero el contexto fue distinto en cada uno, a tal punto que se arriesgó a un posible ataque tanto de manifestantes palestinos como de judíos de extrema derecha.

En el primero, visitó de forma polémica y provocadora el Monte del Templo, lugar sagrado para musulmanes y cristianos. Esto, en momentos en los que se abría una nueva puerta para la paz en la región, con las negociaciones de Camp David, en septiembre del 2000. Allá levantó la ira de los palestinos, que tuvieron la excusa perfecta para iniciar luego su Segunda Intifada.

Cinco años después, ya como Primer Ministro de Israel, Sharon se encontró nuevamente detrás de una muralla de agentes de seguridad. Pero los guardias no lo protegían de los palestinos sino de extremistas judíos enfurecidos por su decisión de abandonar la Franja de Gaza.

El hecho liberó más de 1.300.000 habitantes musulmanes de la zona, tras una prolongada lucha para aplacar la Intifada y abrió las puertas a sus sucesores en el cargo para que allanaran, de una manera no muy clara, el camino rumbo a la paz con Palestina, algo que aún no se logró.

Lo cierto es que con sus ambigüedades, el nombre de Ariel Sharon, quien murió ayer después de permanecer ocho años en coma, quedó inscrito en la memoria política de su país.

Acompañó la historia israelí
Sharon encarna la vida de un humilde granjero que escaló posteriormente en las filas del Ejército judío y se volvió un mando militar importante para su país en distintos conflictos, en especial la Guerra de los Seis Días en 1967.

Este conflicto, crucial en la historia de Israel, le valió a Sharon su reputación como uno de los estrategas militares más importantes en la historia de la nación judía. En él se desempeñó como Comandante de la división 38 de las Fuerzas de Defensa, una de las tres encargadas de la región del Sinaí, la zona más estratégica en la batalla contra Egipto.

Solo en el segundo día de guerra, ya había tomado lugares importantes como el desfiladero de Jiradi y la localidad de Jan Yunis. Asediaba también el principal bastión de los egipcios en la región: Umm Qatef. Allí libró tal vez la batalla de tanques más importante de toda la guerra. En ella, su enemigo tuvo más de 400 bajas (entre prisioneros y muertos), frente a 55 del bando israelí.

La Guerra de los Seis Días dejó a Israel mucho más fuerte que nunca en la región, y con el control de territorios clave como la Margen Occidental, la Franja de Gaza, la península del Sinaí y las Alturas del Golán. Sin embargo el mismo Sharon consideraría que su principal logró militar fue en la Guerra de Yom Kipur, en 1973.

Entonces, al frente de 27.000 soldados, hizo una osada incursión a territorio egipcio a través del Canal de Suez. Aisló unidades egipcias y abrió las puertas a la victoria de Israel en ese nuevo combate. No obstante, fue juzgado por su propio mando por haber desobedecido ordenes, en el sentido en que obvió ciertos límites llegando incluso a 101 kilómetros de El Cairo.

Salió airoso de dicho juicio, pero todo esto forzó un retiro del Ejército. Allí comenzó su carrera política en el importante partido derechista Likud, que en parte gracias a su liderazgo logró consolidarse como el más importante partido de derecha en el país.

Una gran mayoría de israelíes, por tanto, lo tienen como un héroe y lloran su muerte. Elías Levy, periodista español radicado en Jerusalén, asegura que "todo el país está de luto. Independientemente de las divergencias políticas todos están de acuerdo en el aporte que tuvo Sharon a la historia de Israel".

Otra historia para palestinos
Por supuesto, más allá de los asentamientos y los muros, en el lado palestino se celebra su deceso y no existe ningún luto para el que consideran un "asesino". Recuerdan que desde los 14 años perteneció a la Haganá, una organización de autodefensa judía creada en 1920, al que se le adjudicarían posteriormente graves crímenes en la Guerra de Independencia israelí (1947-1948 ).

"Para los palestinos es la máxima representación del mal. Fue el gran promotor de la colonización y los asentamientos desde los 70 y 80. Ese legado Sharon lo intentó cambiar en el 2005 cuando evacuó Gaza y cuatro asentamientos en Cisjordania. Sin embargo todos esos males siguen todavía. Por esto Sharon representa para ellos todo lo injusto que los aqueja", agregó Elías.

Ambiguo, complejo e implacable, palabras que definieron a Sharon y que también engloban esa absurda guerra que precisa un fin urgente.