Sobrevivir del carbón los tiene enfermos y en oscuro drama
Drummond y trabajadores alegan por derechos y hasta por el número de enfermos laborales y de muertos.
Y ahora es el carbón el que está tiznando las páginas de los periódicos con las noticias. Primero fue el derrame de una barcaza colmada del mineral en el mar de Santa Marta y ahora, las denuncias de trabajadores de Drummond de que en su mayoría están padeciendo males derivados de la explotación y el transporte del recurso.
En cuanto al derrame de carbón en el mar, daño que motivó la suspensión de los embarques del mineral en el agua por varios días, las autoridades ambientales acogieron las explicaciones de Drummond y permitieron la continuación de esa práctica de embarque. También se espera que con la construcción del puerto en Ciénaga, cuyo fin se prevé para 2014, la situación mejore.
Las comunidades se quejan por la contaminación producida por el polvillo del carbón en las ciudades, pueblos y caseríos que atraviesan trenes y tractomulas desde las minas del Cesar hasta los puertos.
Sandra Castañeda, secretaria de Salud de Magdalena, dice que hay comités conformados por varias instituciones, entre ellas universidades de la región, organismos públicos y privados de salud y medio ambiente, que se ocupan de investigar el problema de salud de los trabajadores y los efectos del polvillo del carbón en la población en general, cuyos avances se conocerán en próximos días.
El problema ha llevado a los pobladores a organizarse y denunciar la contaminación por polvillo y otros factores asociados al transporte del mineral. Por considerar que el Ministerio fue laxo en la sanción a la multinacional por el vertimiento de 500 toneladas de carbón al mar el 13 de febrero, en el Foro Ambiental del Magdalena, realizado en Santa Marta, se propuso la creación de una ley que permita a los entes territoriales tomar sus propias decisiones.
Para los representantes de Ciénaga, su ciudad es una de las más afectadas por el problema, sin que las autoridades ambientales exijan la adopción de medidas que controlen el mismo.
Hablan los trabajadores
En cuanto a las denuncias de los empleados sobre asuntos de salud, ellos dicen que de casi 1.500 trabajadores del carbón en mina y puerto de la empresa Drummond, en Magdalena, más del 90 por ciento, es decir, más de 1.300 padecen enfermedades derivadas de su actividad.
Sin embargo, la empresa, Drummond de Colombia, niega tajantemente que esas cifras sean ciertas.
Leamos primero lo que dicen los trabajadores y, a continuación, lo que responde la empresa y lo que comentan otros entes y personas.
La Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond Puerto, Asotredp es una agrupación que nació en 2010 porque los sindicatos, del sector energético y el de la empresa, no daban abasto asesorando a quienes se enfermaban o sufrían accidentes de trabajo, explican algunos dirigentes del organismo, Jesús Galindo entre ellos.
Aníbal Pérez Parra, presidente de la Asociación, añade: "nos organizamos el 2 de marzo de 2010, porque los enfermos estaban siendo despedidos".
Drummond tiene en su puerto, casi 1.000 trabajadores, sin contar los que tiene en la mina. La Asociación tiene, según Pérez Parra, más de 1.800 socios trabajadores activos, porque también representa a trabajadores de la mina. El directivo dice que más del 90 por ciento de los trabajadores tiene algún padecimiento, por motivos laborales.
Pérez Parra sostiene que tal situación se debe a unas normas de seguridad industrial "mediocres" establecidas por la carbonera multinacional y "al uso de maquinarias obsoletas" para realizar los trabajos carboneros, con las cuales los trabajadores sufren enfermedades.
Los achaques que más padecen los trabajadores son: de columna vertebral, hernias dorsales y discales, daños en el túnel metacarpiano y en los hombros, sordera, enfermedades gástricas y respiratorias, y, puntualiza Pérez Parra, "por lo menos el 40 por ciento de los trabajadores sufren problemas de rodilla".
Las denuncias, elevadas ante el Ministerio de Trabajo, son de dos clases: unas, contando la situación general, los supuestos riesgos que corren los trabajadores y, otras, lo que ellos consideran injusticias en casos concretos de trabajadores. Un ejemplo es el siguiente fragmento de un comunicado enviado al Ministro de Trabajo:
"(...) Por medio del presente escrito me dirijo a su despacho y de esta manera presentarles nuestra preocupación respecto a la falta de protocolos de seguridad industrial dentro de la empresa Drummond Ltd., además de la ARP Colmena y la IPS Clínica del Prado de Santa Marta; y que constituyen una (...) violación a los Derechos Humanos de los trabajadores (...) y que está ocasionando accidentes laborales, que colocan en peligro la vida de los trabajadores exponiéndolos potencialmente a sufrir enfermedades profesionales y en el peor de los casos, la muerte", y alude a los casos de "dos compañeros Jhon Pérez (oficios varios) y Edgardo Marrugo (mecánico de grúa) que "se encontraban haciendo el respectivo cambio, cuando de repente sintieron una explosión a causa del disparo de uno de los fitin de los gatos hidráulicos ocasionándoles diversos golpes al compañero Jhon Pérez especialmente en el hombro derecho fracturándole la clavícula y ocasionándole quemaduras de tercer grado por el aceite hidráulico caliente que contenía la manguera de los gatos hidráulicos que salió disparada por la presión. Igualmente el compañero Edgardo Marrugo fue alcanzado por un fitin de las válvulas que salió disparado a presión el cual le cortó en varias partes del cuerpo, y con la fuerza que llevaba el fitin, este le atravesó el pulmón con incrustaciones de partículas detrás del corazón. Colocándolo así entre la vida y la muerte" (...)
Esas denuncias indican que no es fácil que a los enfermos les acepten que su afección tiene causa laboral, a pesar de que la tenga, porque médicos de las Empresas Promotoras de Salud que los atienden y los califican como pacientes de enfermedad común, tienen puesto en las Juntas Calificadoras de la ARP Colmena, encargada de atender los riesgos profesionales y laborales de la carbonera o porque ese puesto en la junta calificadora es transitorio y temen quedarse sin trabajo en una EPS cuando terminen ese período como peritos.
Tal dificultad para que califiquen a una persona como paciente de una enfermedad de causa laboral es que, según indica el dirigente de los trabajadores, hay mejor atención y mayor acompañamiento en el tratamiento médico.
Lo que dice la Drummond
"La denominada Asotredp ha presentado escritos y quejas en reiteradas oportunidades y desde hace varios años ante el entonces Ministerio de Protección Social, hoy Ministerio de Trabajo, y denuncias difamatorias ante diversas entidades del Estado (Procuraduría, Defensoría, Presidencia de la República, entre otras), como ante los medios de comunicación, sobre supuestos atropellos contra los empleados por parte de la compañía y presentando cifras que no se ajustan a los registros y estadísticas que por ley mantiene la empresa", respondieron voceros de la multinacional sobre este tema.
Según la información suministrada por Drummond, hay actualmente 182 trabajadores con "restricciones laborales", clasificados así: por enfermedad común, 70; por accidente de trabajo, 51; por un caso que está en estudio, 36; por enfermedad laboral, 25. No esa alta cifra que denuncia Asotredp.
"Lo que sí podemos afirmar es que la Empresa desde el inicio de sus operaciones en Colombia tiene implementados programas de promoción de salud y prevención de enfermedades y accidentes. Los resultados de la gestión son de conocimiento de la Administradora de Riesgos Laborales y de los entes de control del Estado, los cuales mantienen esquemas de vigilancia periódica".
Y en cuanto a que los médicos de las juntas de calificación de las enfermedades, que establecen si una enfermedad es común o de causa laboral, la multinacional carbonera responde que "el tema de la calificación de origen de un evento de salud es regulado por la Legislación Colombiana y son los Ministerios del Trabajo y de Salud, los encargados de la vigilancia del funcionamiento de las Juntas médico-laborales establecidas para tal fin en las diferentes instancias (EPS, ARL y las Juntas de Calificación, tanto Regionales como Nacionales)". Aclara que "la Empresa participa únicamente en el envío de la documentación requerida para que se surtan dichos procesos y no tiene injerencia alguna en las decisiones que adoptan esos órganos autónomos e independientes de creación legal".
Digamos, por último, que en Asotredp dicen que en el poco más de 17 años de Drummond en Colombia ha habido 10.000 reportes de accidentes de trabajo y 28 muertos. En la Drummond dicen que van 14.
El Ministerio y otros
En la ARP Colmena, encargada de administrar los riesgos profesionales de Drummond, fueron claros en decir que no pueden hablar de una empresa en particular.
Informaciones suministradas por funcionarios del Ministerio de Trabajo, dicen que en efecto las denuncias han llegado, y que están en investigaciones. Que en unas dos semanas saldrá "humo blanco" sobre el asunto.