Tarjetas de crédito: del amor al odio
AMIGAS O ENEMIGAS, solución o problema, salvavidas o condena. De extremos, así son las tarjetas de crédito si usted no las usa adecuadamente.
Una maldición o una bendición. Eso son las tarjetas de crédito cuando se usan adecuada o desordenadamente.
Pueden ser de gran ayuda para la economía personal, siempre y cuando los pagos estén dentro de su presupuesto. El uso del dinero plástico puede llegar a ser un verdadero dolor de cabeza, sobre todo para aquellos que consideran que su tarjeta es un dinero "extra" que les permite gastar por encima de sus posibilidades y no reconocen que se trata de otra forma de crédito de consumo.
Con frecuencia, a las personas se les olvida que las tarjetas de crédito permiten adquirir hoy un bien o un servicio y pagarlo después, a través de unas cuotas mensuales, y como cualquier otro préstamo, tiene intereses y una cuota de manejo.
Según datos de la Superintendencia Financiera, a agosto de este año había vigentes en el país 8 millones 960 mil 615 tarjetas de crédito.
Datos de la Asobancaria muestran que el dinero plástico es uno de los productos financieros más usados por los colombianos. Actualmente 5,3 millones de personas adultas tienen al menos una tarjeta de crédito, lo que representa cerca de 18 por ciento de la población adulta total.
Pero la clave está en su utilización. Un ejemplo sencillo lo detalla: Clara Fernández (nombre ficticio), acude a una cadena de comida rápida y pide el combo que mas le gusta. Cancela la cuenta de 18.000 pesos con tarjeta de crédito y pide que sea en tres cuotas. ¿Fue esta la mejor decisión financiera?
Patricia Ortega, experta en Finanzas Prácticas de Visa, asegura que este caso muestra cómo no se debe usar una tarjeta, ya que este tipo de compras traen altos intereses.
Según la experta, lo ideal es usarla para hacer compras grandes y de productos no perecederos como equipos de tecnología, de hogar, ropa, por mencionar algunos casos.
También señala que antes de tomar una tarjeta es importante tener en cuenta sus costos (tasas de interés, cuotas de manejo, tasas de morosidad, comisión de uso, los avances), para no tener sorpresas incómodas.
¿Y cuántas tarjetas debe tener una persona? Depende, responde Liliana Vásquez, gerente de Tarjetas de Crédito de Bancolombia. Dice que cada caso es diferente, así como las necesidades. Advierte que antes de tomarlas lo importante es tener un presupuesto para que a la hora de cumplir estas obligaciones no se lleve una sorpresa.
Voceros de MasterCard detallan que el dinero plástico es el mejor instrumento de pago que se debe usar con inteligencia: Así, cada mes trate de pagar todo su saldo de deuda a tiempo (así evita intereses). Además, pague por encima del monto mínimo (de lo contrario los intereses se acumularán como "bola de nieve"). No la emplee para disponer de efectivo o de avances, porque son muy costosos.
"Bien manejadas las tarjetas de crédito contribuyen a nuestro bienestar, de lo contrario puede resultar un serio dolor de cabeza que puede tornarse inmanejable", recalca Patricia Ortega.
Añaden los expertos que el propósito de las tarjetas es hacer la vida de los usuarios más fácil, segura y conveniente. Es claro que existe un vasto potencial para impulsar este negocio para penetrar la base de la pirámide y ofrecer herramientas de pago que respondan a sus necesidades.
Para que esto suceda, el sistema financiero debe ser flexible para adaptarse y crear productos que se ajusten a los requerimientos de la población aún no bancarizada.
Pero los usuarios juegan un papel importante sabiéndolas usar para que se conviertan en una herramienta útil en su economía.
A continuación le damos algunas recomendaciones para que su tarjeta de crédito sea su aliada y no se convierta en su peor enemiga.