TECNOLOGÍA 4G, TODO UN RETO
Por fin se adjudicó la tecnología 4G, licitación que generó temores de monopolio, que a la final no se dieron, dando mayor oportunidad a los operadores y a los usuarios.
Con este primer paso, se espera que la infraestructura de las telecomunicaciones deje de estar en manos de unos pocos que no se sentían obligados a mejorar el servicio, porque eran dueños y señores del mercado.
Ahora, habrá un gana-gana entre el Estado, los usuarios y las empresas prestadoras del servicio.
Por su parte, el gobierno recogió con la licitación más de 770 mil 500 millones de pesos, que se espera sean invertidos en programas sociales en las zonas más apartadas del país, específicamente en tecnologías de la información y la comunicación.
No obstante, a pesar de que las redes antiguas seguirán en operación, sólo algunas referencias de equipos de alta gama podrán adaptarse a los requerimientos tecnológicos que exige la 4G, por lo cual habrá un reto fundamental para el fácil acceso a esta nueva autopista de banda ancha por parte de los proveedores, de los clientes y, en especial, del gobierno para que desde el marco regulatorio se cierre poco a poco la inequidad tecnológica que hoy existe en Colombia.
A su vez, los usuarios no estarán sujetos a su operador, y tendrán entre cinco opciones válidas para elegir el que mejor les preste el servicio de tecnología de alta velocidad, en términos de calidad, cobertura y precios.
Igualmente, a las compañías se les abre un mercado de más de 45 millones de colombianos, al cual podrán ofrecer los equipos de alta gama compatibles con las redes de 4G, lo que promete alcanzar una de las coberturas más amplias de América Latina en esta materia.
Ya el gobierno nacional había advertido que con esta licitación de la 4G, se buscaba que los colombianos ganaran con la competencia de mercado para una mejor calidad en los servicios móviles de voz y datos, así como en precios.
Esos propósitos, como se dio el proceso, tendrán que cumplirse en el corto y mediano plazo no solamente con los usuarios que adquieren esta nueva tecnología, sino también con los que continúan con la tecnología 3G que en términos de calidad del servicio es muy deficiente y costosa, en especial la telefonía móvil.
Las empresas ganadoras saben que una vez dejada la tensión de la puja por quedarse con un segmento del mercado, ahora tendrán que ocuparse por conquistar una población que cada vez cuenta con clientes más conocedores del tema, y quienes exigen lo último en tecnología, pero sobre todo buenos precios, eficiencia y cobertura en el servicio.
El reto es grande para los nuevos operadores, y lo será mucho más para los antiguos prestadores del servicio, los cuales comenzarán una guerra comercial para mantener a sus clientes y ganar muchos más de aquí al año entrante, plazo que se dieron para poner a operar el poderoso sistema tecnológico de la 4G.