Tierra virgen para los narcos
UN TERRITORIO FÉRTIL y propicio para rutas de drogas encontraron los narcos en Centroamérica, región que no está preparada para combatirlos con efectividad. Allí, las matanzas son pan de cada día.
Un espacio aún virgen para el narcotráfico es el que encuentran hoy los grupos ilegales en Centroamérica: países pequeños y económicamente inferiores al poder monetario de los carteles de la droga.
La incursión de los carteles mexicanos en esa región genera una situación grave y perturbadora: a las denuncias de secuestros de inmigrantes, se le suma el hallazgo de varias fosas comunes con decenas de cadáveres.
Y es que estos grupos están aprovechando el flujo de inmigrantes hacia Estados Unidos como otro medio de transporte de drogas. Situación que pone a los inmigrantes entre la espada y la pared, pues si se niegan a colaborar con los narcos son asesinados.
Las naciones más afectadas por este fenómeno son El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua. En medio del dolor, allí se vislumbra una época oscura, similar a la que padecen los mexicanos y en la que han perdido la vida miles de personas en una guerra que el presidente Felipe Calderón les declaró de frente a las mafias cuando asumió el poder.
Según analistas y autoridades consultadas por este diario, en Centroamérica los carteles han encontrado un nuevo mercado de drogas, diversificaron sus rutas y alcanzaron un mercado de jóvenes dispuestos a engrosar sus filas, por convicción o por obligación.
Los gobiernos de estos países han solicitado la ayuda de México, Colombia y otras naciones que han sido fuertes en la lucha antidrogas para evitar que el problema se salga de las manos. Sin embargo, las mafias ya han lanzado sus tentáculos y despegarlos será una misión en la que se derramará mucha sangre.
El coronel colombiano (r) Luis Alfonso Novoa Díaz, principal asesor de la reforma policial en Guatemala, explicó que allí se está viviendo un proceso muy similar al que enfrentó Colombia y atraviesa México. "Los altos índices delincuenciales preocupan al gobierno guatemalteco", dijo.
Al parecer los criminales pasan de un país a otro evadiendo a las autoridades fronterizas fácilmente, por lo que los rumores de corrupción entre las filas de las fuerzas de seguridad centroamericanas son cada vez mayores.
Maureen Meyer, coordinadora del programa de México y Centroamérica de la oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), indicó que estos carteles quieren aumentar su influencia y control porque Centroamérica se convierte en un corredor obligado para transportar las drogas a E.U.
Por eso no es descabellado pensar en que se configure una estructura de colaboración entre Colombia, México y Centroamérica para combatir el narcotráfico.
Sin embargo, las denuncias de supuesta complicidad de algunos gobiernos con los narcos, como el de Nicaragua en cabeza de Daniel Ortega, complican este proceso.
Juan David Escobar, director del Centro de pensamiento estratégico de la Universidad Eafit, aseguró que estos grupos se fortalecieron mucho en Honduras "pues las rutas que hoy salen de Colombia y que hacen una escala en Venezuela terminan en ese país".
Según Escobar, eso explica el apoyo que el presidente venezolano Hugo Chávez le brindó al derrocado Zelaya, porque Honduras era un sitio de escala de ese tráfico hacia los Estados Unidos.
La semana anterior, 27 campesinos fueron asesinados en Guatemala, razón por la cual el presidente Álvaro Colom declaró el estado de sitio e inició una persecución contra los responsables, una reacción que se traduce solo en paños de agua tibia. Primero, es necesaria una depuración en las fuerzas de seguridad de estos países y, después, una acción decidida de E.U. y otras naciones de la región para erradicar a los narcotraficantes de Centroamérica y así evitar que la sangre de inocentes se siga derramando.