Transporte mueve la política
Los hijos sobreprotegidos por sus padres nunca maduran, jamás adquieren las responsabilidades que su propio desarrollo cronológico demanda y siempre que tienen algún problema acuden a sus protectores para que se los resuelvan y los defiendan de todo lo que los amenace.
El transporte de carga en Colombia ha sido un sector sobreprotegido por el Gobierno durante muchos años y todos los males que hoy padece el sector son el producto de políticas flojas de gobiernos incapaces de tomar decisiones convenientes para el país y para los mismos transportadores.
El tema de la reposición del parque automotor es un claro ejemplo de lo dicho:
Por allá en los años ochenta ya los camiones en Colombia eran obsoletos: muchos todavía tenían motores de gasolina y la capacidad de carga de cada camión era muy pequeña. En una palabra, la ineficiencia del parque automotor era evidente.
Un agresivo programa de chatarrización hubiera sido la mejor solución al problema, con un costo alto seguramente, pero de todas formas de menor envergadura que el costo del mismo problema hoy en día.
Pero la solución que en ese entonces se le dio al problema fue la implementación del "plan de reposición en cascada" y de los programas de "reposición por repotenciación".
La "reposición en cascada" consistía en sacar de circulación solamente los vehículos más viejos y ofrecerles a sus propietarios, a cambio, otro carrito también viejo, pero no tanto.
La "reposición por repotenciación" consistía en prolongar la vida útil de los camiones mediante el sometimiento de los mismos a reparaciones más o menos complejas, dependiendo obviamente de su edad y de su estado mecánico general.
Estas "soluciones" solamente sirvieron para tres cosas: La primera, para darles contentillo a los transportadores; la segunda, para trasladar para las generaciones futuras la verdadera solución y la tercera, para pauperizar el transporte en Colombia. Pero como los transportadores no podían seguir explotando el negocio sin el respaldo del Gobierno sobreprotector, con carros tan viejos, entonces se inventaron la famosa "tabla obligatoria de fletes".
En otras palabras, esos gobiernos y funcionarios terminaron por trasladarles el costo de la ineficiencia del sector a los comerciantes e industriales, quienes a su vez, terminaron por incluir estos extracostos en los precios de los productos.