Tras el rastro de Jesús en Jerusalén
CRISTIANOS DE TODO el mundo llegan por miles a Tierra Santa para peregrinar por los mismos lugares que recorrió Jesús hace un poco más de dos mil años. En España, Filipinas y El Salvador, la fe y la devoción rodean también estos días.
Cuando se camina por las callecitas empedradas de la Ciudad Vieja, se siente el fervor de los peregrinos que llegaron a Jerusalén para vivir la Semana Santa.
Las emociones y la fe llegan al punto máximo alrededor de la Vía Dolorosa, esa calle que recorrió Jesús con la cruz a cuestas hace un poco más de dos mil años y en la que hoy están marcadas las catorce estaciones del Viacrucis.
Y es que a la Ciudad Vieja de Jerusalén no le cabe un peregrino más por estos días. Alrededor de cien mil personas, provenientes de todos los continentes, llegaron este año para celebrar la Semana Santa y la Pascua judía que ocurren durante la misma semana.
Polonia, India, Egipto, Francia, Trinidad y Tobago, España y Alemania, son sólo algunos de los países de origen de los miles de peregrinos que entonan cánticos, rezan y caminan en silencio.
"Vemos gentes de todas nacionalidades y todas lenguas. No nos entendemos, pero todos vinimos a festejar", señala la chilena Angélica. Benny Di Bitonto, católico italiano residente en Jerusalén, vive como un "privilegio poder hacer el mismo recorrido que hizo Jesús" días antes de su crucifixión.
A la alegría que llena los corazones del mundo cristiano en esta época hay que sumarle un hecho adicional: este año coinciden las celebraciones de la iglesia ortodoxa griega, la católica y la protestante.