Triganá es exótico y sereno
CUALQUIER MOMENTO ES bueno para ir a este destino ecológico en el Chocó, a hora y media en lancha desde Turbo. Descúbralo.
No hay que ir muy lejos para encontrar el lugar que la mayoría de personas sueñan para terminar sus días o pasar las mejores vacaciones de la vida. Está en Colombia, solo hay que llegar al "waffe", el puerto de Turbo, tomar una lancha y adentrarse en el mar Caribe durante una hora y media. Pasado ese tiempo comienza la aventura de conocer Trigana, para luego querer quedarse o volver muchas veces.
Es un pequeño poblado con una playa de un kilómetro, perteneciente al municipio de Acandí, en el Chocó, donde viven pocas personas.
La última lancha sale de Turbo a las 5:00 p.m. porque el mar Caribe se crece y puede ser peligroso. Los viajeros que salen a esa hora llegan a Triganá cuando la luz del día se ha ido y en el cielo empiezan a aparecer miles de estrellas, algunas fugaces, que parecen caerse al mar.
Unas cuantas luces a lo lejos indican que ya está cerca el destino. Un pequeño y sencillo muelle es la puerta de entrada a Triganá, donde sus habitantes se conocen entre sí. Al llegar los viajeros toman sus maletas, saltan de la lancha y en una tienda cercana a la playa se detienen para comprar agua. "Señora, buenas noches. ¿Conoce a Edison, el que alquila cabañas?", pregunta una pareja de turistas. "Claro, sigan por la playa y cuando lleguen a la discoteca toman el camino y a mano derecha queda", les indica.
Edison Correa alquila zonas de camping y algunas veces ofrece hasta su propia casa para los turistas. Él es uno de los integrantes de la Corporación Turística de Triganá que se conformó el año pasado con el fin de que la explotación turística esté en manos de los pobladores. Además, maneja el programa turístico Aventura Darién (www.aventuradarien.com.co).
Triganá parece una obra de arte, un paisaje que embelesa por su tranquilidad y frescura. En el día el sol es radiante, sus playas son solitarias y el mar está lleno de vida para conocer. Sin necesidad de ir a la profundidad, quienes caretean se quedan horas y horas observando los peces de todos los colores y tamaños que pasean cerca de sus playas. Además se puede ir caminando hasta San Pacho o tomar una lancha para conocer Capurganá, Sapzurro y la Miel.
Triganá es un pedacito de cielo, el cuadro de un paisaje que todos quisieran que fuera realidad.
La fortuna es que lo es.