Trinos de un escarabajo de montaña
Rigoberto Urán es un ciclista profesional que con sus triunfos y su personalidad ha hecho vibrar a los colombianos. Esta semana nos acompañó en nuestro #PerfilTuitero.
Los escarabajos colombianos vuelven a ser nombrados en el ciclismo mundial. Rigoberto Urán es uno de los ciclistas que ha contribuido a este reconocimiento, después de haber sido subcampeón de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y subcampeón del Giro de Italia en el 2013.
Para esta temporada 2014 la meta es superar su actuación anterior en el Giro y conquistar la medalla de oro como capo del equipo Omega Pharma-Quick Step.
Urán nació en Urrao, Antioquia y desde los 19 años ya estaba en competencias europeas. A pesar de sus logros deportivos internacionales aún conserva la humildad de un hombre que tuvo que sostener a su mamá y a su hermana con la venta de chance, después de que los paramilitares asesinaran a su padre.
Es un ser humano espontáneo y lo refleja en las fotos que comparte en su perfil de Twitter y en las demás redes sociales que utiliza, en las cuales muestra imágenes de los entrenamientos en su pueblo, rodeado de campesinos trabajadores, o con sus amigos en diferentes rutas de Antioquia. También revela su vida familiar y lo mucho que disfruta la comida que le hace la abuela.
Rigoberto Urán fue el protagonista de nuestro perfil tuitero de esta semana. Su pasión por el ciclismo y su tono relajado encantaron a la audiencia en tiempo real.
¿Qué recuerda de la primera competencia en la que participó? ¿Dónde fue?
Fue en el año 2001 en Puente Iglesias, Antioquia. Quedé feliz porque ocupé el tercer puesto y todo era nuevo para mí. Pero más que todo era el paseo, tierra caliente, piscina, ¡qué dicha…
¿Tiene ídolos?
Más que ídolos son mis amigos, gente que me quiere, me gritan, pitan cuando me ven entrenado, y más cuando estoy en carrera.
¿Cuál es su mayor defecto?
¡Ay, ay…, soy muy tranquilo y todo lo dejo para mañana. Eso sí, en la bici no aplica.
¿Cuál es su fortaleza?
Salir a entrenar con ese frío tan h... que hace algunas veces en Europa, -1 y salir. Toca sufrir con ganas.
Además del ciclismo, ¿qué otras pasiones tiene?
Clavados de tres metros, disfruto mucho la vida de mar.
Cuando le da la pálida, ¿qué es lo primero en lo que piensa?
En mi mamá.
Después de tantos triunfos, ¿ha cambiado su forma de ser?
Nada, ¡qué va…, hombre casero jajajaja.
¿Alguna vez se ha arrepentido de ser ciclista?
Nunca. Ni cuando me accidenté en 2007 que quedé de colada…
¿Cómo vivió diciembre de 2013 en su tierra?
Muy bueno. Eso sí, con ganas de tomarme uno de más, pero ni modo con este compromiso que se me viene este año, a las 11:55 de la noche ya estaba en la cama. Además, para bailar, tiene más ritmo un trompo sin pita que yo.
¿Qué extraña de Colombia cuando está en el extranjero?
Mi familia, la gente, la comida, mejor dicho, todo.
¿Fue difícil acoplarse a la vida europea?
Pues la verdad ni tanto, lo bueno es que me fui de 19 años. No tenía tantos caprichos jajaja.
¿Se aprende más como capo o como gregario?
Como gregario, y en la vida como en el deporte siempre aprendemos de los demás.
¿Qué se siente cuando ponen la bandera de Colombia en lo más alto de podio por usted haber ganado?
Es algo difícil de expresar, pero es un orgullo el verraco, me da hasta escalofrío, ¡ay por Dios…
¿Cuál cree que es el mejor ciclista de la historia de Colombia?
Lucho Herrera.
Muchos hablan de que ahora hay más apoyo para los deportistas en el país, ¿cree que es cierto?
Sí ha mejorado, pero falta mucho. No lo digo por los ciclistas sino por otros deportes que le dan muchos títulos a Colombia. Es verdad que los pelaos de bicicross deben pagar sus pasajes para representar a Colombia en el exterior.
¿De qué forma cree que el deporte puede ayudar a transformar la sociedad?
¡Ja…, en todo: trabajo en equipo, respeto por sus rivales. Tener a los niños entretenidos en sus actividades deportivas y así no los tenemos en la calle. Claro que el estudio va de la mano