Una reforma de favores mutuos
Las denuncias del presidente Santos confirmaron que la comisión de conciliación actuó en forma ilegal y extralimitó sus funciones. ¿'Quienes ganan y quienes pierden con el texto cuestionado?
Logros de las cortes
Indudablemente, pierde el ciudadano de a pie, quien esperaba que con la reforma el acceso a la justicia iba a ser más expedito, se acababa con la congestión judicial y se resolvía el lastre de la impunidad que en muchos casos es del 90 por ciento.
Los magistrados de las cortes lograron que se les aumente la edad de retiro forzoso de 65 a 70, así como su periodo constitucional de 8 a 12 años.
Las cortes y la justicia en general también verán crecer su situación presupuestal.
Los magistrados, de alguna manera, se salen del control del Congreso y quedan bajo su propio control. Se quitan el cabezal del Congreso con la supresión de la Comisión de Acusación e Investigación de la Cámara.
Con la supresión del Consejo Superior de la Judicatura, además logran que la selección de los magistrados vuelva a convertirse en una suerte de coptación.
Congresistas
Los congresistas, sin duda, son los grandes ganadores: logran la doble instancia en sus procesos judiciales y que se les cambie de investigador y juez en la primera instancia, que ya no será la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, a través de fiscales delegados ante la institución.
Al salirse del control de la Corte pasan ahora a una nueva "corte", compuesta por investigadores o magistrados propuestos por el Presidente de la República y la Corte Suprema y elegidos por la Corte Constitucional.
Esto implica que todos los aforados que hoy son investigados por la Fiscalía, a través de sus funcionarios ante la Corte, sin dictar sentencia pasan a la nueva sala.
Obviamente, aunque la Sala Plena de la Corte será la segunda instancia, tendrían la ventaja de que todos los miembros no serán penalistas como hoy sucede.
También ganan frente al Consejo de Estado, donde la pérdida de investidura queda en doble instancia.
Además, los parlamentarios matizaron o suprimieron algunas de las causales en esa doble instancia, entre ellas la muerte política, porque una persona que perdiera la investidura automáticamente perdía todos sus derechos de volver a ser elegida, ahora hay una suerte de graduación, lo que les permitiría a los investigados volver al ruedo político.
Al cambiar de jueces y de investigadores y al determinar que los parlamentarios no pueden ser detenidos hasta que no haya una acusación formal, muchos de los que están ahora presos, incluyendo a altos funcionarios del Estado, pueden quedar libres, mientras se define su situación.
Logros del Gobierno
Con esta reforma, el Gobierno da gusto a todas las ramas y, de alguna manera, termina así con el enfrentamiento de épocas anteriores con las cortes, pero cede de todo: en el control disciplinario y penal, tanto de los parlamentarios como de las propias cortes.
El Presidente de la República, prácticamente, tendrá la gran injerencia en la investigación de los aforados, al ser él quien ternará al 50 por ciento de los jueces investigadores o de juzgamiento ante la Corte Constitucional.
Al suprimir el Consejo Superior de la Judicatura, que era el máximo objetivo del Gobierno, y dejar la administración en poder de los presidentes de las cortes y delegados de otros organismos de control, se mantiene la figura del Director Ejecutivo de la rama y, por lo tanto, no hay novedad, pues se cambia a unos magistrados del Consejo de la Judicatura por otros de las cortes. Así, su estructura de administración seguiría siendo la misma. Lo único que consiguen es más plata para que todo el mundo quede contento.