Histórico

Venezuela se ve y se siente

Una alianza solidaria de medios latinoamericanos hace visible lo que pasa en Venezuela, pese a las restricciones del gobierno. Solidaridad con los medios y defensa del derecho a estar bien informados.

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07 de marzo de 2014

Es una verdad de a puño que la historia se ha encargado de reiterar: la prensa es un bastión de la libertad y cuando se le silencia o se le impide su labor, otras libertades democráticas están en riesgo extremo.

Por entenderlo así, hemos acogido en forma plena la iniciativa de las principales asociaciones de diarios latinoamericanos: Andiarios (que agrupa a 53 periódicos colombianos); el Grupo de Diarios de América (que reúne a 11 grandes diarios) y Periódicos Asociados Latinoamericanos (conformado por 18 grupos editoriales de 11 países) que se unieron en una alianza sin precedentes de apoyo a Venezuela.

Una campaña de solidaridad no solo con los medios de ese país, sino con el derecho de los venezolanos a estar bien informados, pese a las restricciones y a las amenazas.

La gravedad de lo que está ocurriendo en Venezuela no puede ocultarse. Cuando la solidaridad de algunos mandatarios afines al gobierno chavista ha estado del lado del régimen, con actitud genuflexa, la voz que ahora se levanta de los diarios de todo el continente está con el pueblo venezolano.

La publicación, desde el jueves pasado y por una semana, de informaciones relacionadas con lo que pasa en Venezuela es una forma de hacer visible la gravedad de los sucesos allí registrados que dejan hasta ahora 21 muertos por la respuesta represiva de fuerzas oficiales y milicianas contra la población que protesta por la escasez de alimentos, la carestía y la rampante corrupción.

Esta campaña, "Todos por Venezuela, sin libertad de prensa no hay democracia", busca hacer eco al mensaje angustioso de los diarios venezolanos que denuncian la asfixia a la que están siendo sometidos, por las prácticas dilatorias que les impiden importar papel.

Una docena de diarios han tenido que cerrar y otros han reducido el número de ejemplares y de páginas a los mínimos, haciendo peligrar su estabilidad económica.

En palabras de Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios) todos los ciudadanos del continente tienen que estar informados de la situación tan crítica que enfrenta Venezuela.

Y se espera que mediante este reclamo al unísono, el Gobierno que preside Nicolás Maduro cambie de actitud hacia la prensa de su país.

Al margen de las dificultades que enfrenta la prensa escrita para abastecerse de un insumo básico, los medios venezolanos no adeptos al Gobierno han estado sometidos a toda clase de restricciones, incluidas el cierre de cadenas de televisión nacionales y extranjeras, la expulsión y trabas para el trabajo de los corresponsales extranjeros y la imposición de sanciones económicas y judiciales a quienes se atrevan a contrariar regulaciones ostensiblemente lesivas de la libertad de expresión.

Tutelar este derecho como lo están haciendo los diarios colombianos y latinoamericanos es una muestra real de solidaridad con el pueblo venezolano y un reconocimiento a la lucha honesta de los editores venezolanos por defender la libertad de prensa.

En las calles de Venezuela la población se está haciendo oír, desde hace casi un mes, en contra de la imposición de un modelo económico que está llevando al país a la ruina, y mediante esta alianza de medios el objetivo es que esa lucha por la libertad y los principios democráticos se vea y se sienta en toda América Latina.
Contraposición

ESTA CAMPAÑA HACE EVIDENTE LA CONSPIRACIÓN QUE HAY DESDE COLOMBIA

Por ALBERTO ARANGUIBEL
Comunicador social, escritor e investigador de medios en Venezuela.


Esto puede ser interpretado como una intromisión en los asuntos de Venezuela y es claro que lo es, pero este no es el aspecto principal.


El aspecto más importante es cómo quedan en evidencia los sectores conspiradores contra la constitucionalidad y la legalidad de la democracia venezolana, que están actuando desde Colombia, en particular, financiados por el Departamento de Estado y algunos sectores de la ultraderecha colombiana que han armado una estrategia golpista contra el país. Y en el plus de toda esa evidencia queda claro que obviamente la intromisión de capitales de la ultraderecha venezolana en medios importantes en Colombia está dando como resultado que se esté tergiversando el rol de los medios de comunicación en función de esos intereses de desestabilización de nuestro país. Eso es lo más grave.


Los colombianos no pueden confiar en estos medios de comunicación hoy en día, precisamente porque no atienden a la ética periodística y no respetan el equilibrio que debe prevalecer en todos los medios.


La revolución no se va a detener porque haya una campaña orientada desde Colombia y mucho menos va a caer el presidente Maduro. Esto es una gran campaña para montar una realidad virtual sobre nuestro país, anunciando una crisis que no existe.