Histórico

Venta de órganos, un pasaporte a la vida

23 de marzo de 2010

La demanda de órganos para trasplantes en China es tan abultada como cualquiera de los otros números que caracterizan al gigante asiático. Mientras 1 millón de personas espera a que un órgano les sea ofertado para salvar sus vidas, apenas 10.000 consiguen ser implantados cada año. Literalmente el 99% de los enfermos languidecen en la espera de un golpe de suerte. Históricamente este mercado se nutre de los aportes voluntarios de los ajusticiados por penas capitales, pero los últimos años ha habido una merma en la disponibilidad de órganos por esta vía. Por ello, el tráfico ilegal de órganos se ha vuelto asunto de todos los días.

El gobierno procedió a declarar su ilegalidad desde el año 2007, pero lo colosal del tamaño de la demanda deja espacio abierto para hacer del tráfico de órganos un lucrativo negocio, todo ello estimulado por el creciente número de ciudadanos con capacidad de adquirir subrepticiamente su pasaporte a la vida. El costo de una operación de trasplante, por ejemplo de riñón, en un buen establecimiento hospitalario de primer nivel, puede ascender a unos 30.000 dólares, por lo que agregarle a esta factura una adicional de cerca de 7.000 dólares para disponer del órgano, apenas incrementa en 25% el monto a pagar por seguir con vida. No existe ninguna otra vía para asegurarse la disponibilidad, ya que las campañas organizadas desde los centros de salud del gobierno para estimular las donaciones se han topado con resistencias de tipo cultural y la desconfianza en la calidad de los servicios de cirugía para la extracción del órgano.

Internet se ha vuelto, pues, el sitio de encuentro de los que buscan y los que ofertan órganos y es posible, por lo tanto, encontrar tanto agentes o "traders" especializados y hasta subastas a la que acuden quienes necesitan dinero y han encontrado en la donación de uno de sus órganos una manera de resolver sus dificultades pecuniarias. De la misma manera en que se han instalado sitios web para encuentros especializados de pareja, están creciendo los lugares cibernéticos donde se cuelgan las características de los demandantes y de los donantes potenciales en la espera de un buen "match" de compatibilidad y hasta se producen chats de negociaciones monetarias entre los interesados. El resto del procedimiento, una vez acordado el monto de la transacción, camina sobre ruedas y pasa por la declaración legal de voluntariedad de la donación ante notario, sin lo cual el hospital no acepta el procedimiento. Lo subterráneo de este proceder crea espacio no solo para la corrupción de funcionarios de salud de los entes hospitalarios sino faltas éticas en la práctica de la medicina al aceptar donaciones no totalmente aptas para la sustitución.

En contra de la buena disposición estatal de resolver este problema a través del estímulo a las donaciones está el hecho de que China se ha convertido en un imán para atraer japoneses que se trasladan en búsqueda de un fragmento de hígado o de un riñón y algunos son capaces de pagar por ellos hasta 60.000 dólares.

Mientras tanto, los estudiosos del fenómeno informan que de cada cinco pacientes necesitados de trasplante, 4 no llegan a encontrar nunca el órgano ansiado.