Histórico

Viacrucis en vivo y con calor

LOS HABITANTES DE Moravia participaron de una procesión de Viernes Santo con actores que representaron los pasajes bíblicos.

02 de abril de 2010

Para dar gracias, Luz Dary Barco caminó el viacrucis con su bebé en brazos. José Rivera, que le sostenía la sombrilla, fue a pedir por su familia, vecinos y por el país y para contarle a Dios que sigue por el buen camino.

Rosa Oliva Monsalve acudió como un sacrificio y para rogar que a su familia le vaya siempre bien; su nieta, María Fernanda Restrepo, la acompañó para salir y ver gente.

Y Luis Ignacio Ríos pidió con fervor para que la sequía se vaya, porque sus vacas peligran con tanto calor.

El Viernes Santo se vivió ayer por las calles de la ciudad. Las estaciones del viacrucis se preparaban con cruces, mensajes y flores y las familias y comunidades salieron a caminar, con sus propios motivos e intenciones, bajo el sol picante de antes del mediodía.

Por Carabobo, cerca al Jardín Botánico, avanzaba una multitud hacia la Iglesia Cristo Sacerdote, en un acto que para Rosa Oliva es sagrado, una tradición y la mejor manera de hacer oración.

Unas cuadras más abajo, no solo se veía la imagen con túnicas y terciopelo de la Dolorosa y de los demás protagonistas de la ceremonia. En Moravia, los soldados, la Virgen y el mismo Jesús eran reales y caminaban al lado de los feligreses que se congregaron a eso de las 11:00 a.m.



En vivo
Por las estrechas y laberínticas vías de Moravia, la gente caminó pegada y sudando, pero con fe, cerrando los ojos y cantando los coros tradicionales de esta fecha.

Por momentos, el olor a pescado que reposaba en carretas en las esquinas, se mezclaba con el incienso.

El segundo comandante al mando, personificado por Carlos Mario Álvarez, escoltaba a un Jesús ensangrentado y con rostro de dolor, llamado Henry Cano y con 14 de experiencia en ese papel.

"Cada año participamos, es como un sacrificio, pero también un honor", anotó.

Hacen parte del grupo Alma de Antioquia, que lleva 49 años escenificando desde el nacimiento hasta la resurrección de Cristo, antes con la parroquia San Vicente Ferrer y hace tres años con Nuestra Señora del Consuelo, de Moravia.

"Qué tristeza de mi Señor", gritó una señora que no pudo contener las lágrimas entre la cuarta y la quinta estación, cuando los azotes se hacían más intensos.

Para Beatriz Ríos, esta es una penitencia a la que no le falla cada año. A su lado, Alejandro Chavarro ayudaba a cargar algunas imágenes que seguían a los actores. "Desde hace unos siete años estoy en la procesión cargando santos. Es una promesa".

La banda marcial interpretaba el Padrenuestro. Yorlady Salazar, en embarazo, avanzaba con sus mejillas rojas, "no quiero parar porque pido para que mi bebé nazca bien", comentó.

María Lucely Prisco fue al viacrucis con tres solicitudes en el corazón: que sus nietos mejoren, que la salud regrese a su cuerpo y que en Colombia haya paz.

"Solo eso, que no es nada para Dios".