Histórico

Vicky Tru, con la cicla, es otra supersónica

LA FAMOSA LOCUTORA paisa es desde hace años una apasionada por el deporte. Es de las que salen solas a pedalear por Antioquia.

05 de abril de 2010

Cuando Vicky Trujillo se propuso "cambiar las aventuras nocturnas por las diurnas", como ella misma dice, comenzó a ganarle tiempo a la vida. Y a disfrutarla más.

Lo hace desde que sopló por primera vez las velas del cuarto piso y vio que ya era hora de dejar atrás tanta rumba y trasnochadera.

Hablamos, por supuesto, de La Supersónica, la disc jockey y locutora más popular de la Medellín de los 80, quien aún se mantiene activa tras los micrófonos de la emisora La FM.

Ella es la Vicky Tru que casi se hace echar de la UPB por tirarse "empelota" a una piscina del campus, en una noche de "luna divina" tras una jornada de juegos múltiples. O la que se disfrazó de Espíritu Bolivariano con una malla negra toda "diabólica", según recuerda entre risas.

A la U le dio muchos dolores de cabeza, pero también medallas porque deportista ha sido toda la vida. Fue seis veces campeona de lanzamiento de disco, subcampeona de bala y ganó "medallitas nadando y jugando basketball" hasta que llegó la Supersónica y se la robó para el mundo de las consolas.

"Tengo 48 años pero la goma grande por el deporte me cogió a los 40", comenta con su electrizante vitalidad, mientras se acomoda el casco que oculta la desteñida cresta morada de su última incursión en una fiesta de clásicos del rock.

Y es que si aún sale es por estricto trabajo, porque ella ya no es de rumbear un viernes. Y por una razón poderosa: "¡La enguayabada me daña la montada, la caminada y la nadada!", sentencia.

"No me arrepiento de la época de rumba, pero me hubiera gustado que toda esta pasión por el deporte me hubiera cogido antes", confiesa Vicky mientras enseña su bicicleta todoterreno, no la "bajo perfil" sino "la buena, la que saco para los paseos".

Con esta cicla y la alforja que llena a cada lado de ropa y comida, ella arranca sola a recorrer 90, 150 ó 200 kilómetros por los pueblos de Antioquia, metiéndose sin miedo de nada por las vías destapadas que le indican los mapas.

Aclara que no es rápida, sino resistente y que todo fue un proceso. Hace ocho años empezó en caminadas suaves con los Patianchos y luego se fueron haciendo más duras gracias a un amigo y "unos cuchos de altísimo nivel".

Incluso en la ciudad, Vicky es toda una supersónica con el deporte, pues todos los días se levanta a las 4 y 30 de la mañana y se va para la piscina olímpica a nadar 2 mil metros.

De ahí sale "despejadísima" para la emisora, que queda en Santa Elena, y por la tarde vuelve a sudar ya sea levantando pesas en el gimnasio o montando bicicleta en el Cerro Nutibara o en el Aeroparque Juan Pablo II.

"A mi edad es más importante el tiempo que la plata y yo no puedo dejar esto para más adelante". Y dicho y hecho, arranca a pedalear.