Histórico

Vida de Pilar hace ahora un Rodeo

EXPERTA EN SACAR lo mejor de las personas y en aplicar novedosos modelos de gestión con los que catapultó al Museo de Antioquia y al Jardín Botánico, esta comunicadora social amante de las letras y el arte se inicia ahora en el campo privado como gerente de El Rodeo.

22 de agosto de 2010

Fue con El Ratoncito Picario, su primer poema cuando aún era una niña, que Víctor Velilla avizoró que el futuro de su hija Pilar estaba ligado a las letras. Por ese camino la encauzó hasta llevarla a estudiar periodismo en la UPB, a la vez que le enseñaba, junto a sus hermanos, a sentir y sensibilizarse por el otro.

Él y su madre Socorro Moreno le inculcaron a Pilar Velilla Moreno el interés por la ciudad y la comunidad - "me volví como una veedora"-, el respeto por el otro, a ser honesta y emprendedora, a trabajar con dedicación (que ella tradujo en obstinación), y a ser visionaria, como lo fueron ellos.

Pasó por varios colegios hasta que se graduó del Instituto Conrado González y corrió entonces tras el periodismo escrito. La época universitaria fue de gran juicio. Tanto que fue la única en ganar el examen de Redacción Política que, por ese entonces, dictaba Darío Arizmendi en la Bolivariana. "Fue uno de los momentos más felices de mi vida", recuerda.

Mientras adelantaba los estudios superiores inició su primera empresa editorial en compañía de su novio y ahora esposo Adolfo Naranjo. "Como la gente siempre se estaba quejando, creamos la revista Quéjese".

El interés por las artes gráficas se afianzó y luego, juntos, crearon Editorial Letras, que duró 12 años, por donde pasaron muchos de los hoy reconocidos escritores y periodistas. "Fue una época muy bella en la que hicimos muchos libros e incluso colecciones para la BPP".

Sin darse cuenta la joven pareja pasó de ser editores de libros a comerciantes de arte, otra pasión que ya lleva más de 25 años.

A todas estas nació el periódico El Mundo y Pilar se fue a ejercer el periodismo. Estuvo allí durante dos años y se retiró por el nacimiento de su primogénito Santiago. Cinco años después nacería María del Pilar.

Retomó luego su trabajo con Adolfo para crear a Sobre Todo Editores, en compañía de Ana María Cano y Héctor Rincón. "Era una empresa con la que hicimos free press a muchas compañías, revistas en Bogotá, radio y televisión".

Una beca se llevó a Ana María y a Héctor a París, y Pilar y Adolfo crearon Sábado, un variado programa de radio. Así estaban cuando de repente su vida entre letras dio un gran salto.

Adrenalina pura
Pilar confiesa que no es persona de deportes. Sin embargo, encuentra la adrenalina en los retos. "Mientras más grandes, mejor", anota.

El primero de ellos en la vida pública fue, sin duda, cuando la nombraron directora del Museo de Antioquia y aceptó, teniendo incluso que mentirle a Adolfo sobre la realidad de la entidad que recibía: "Le dije que no estaba tan mal como pensábamos; al contrario, que el museo estaba muy bien", recuerda entre un hondo suspiro.

Fueron ocho años "de una gran lucha, hermosa, inolvidable, emocionante y enriquecedora", recuerda esta directiva que no solo logró conquistar al maestro Fernando Botero para que trajera su obra, sino convertirlo en una institución cultural de puertas abiertas gracias a una gestión novedosa que se convirtió en ejemplo de mercadeo social para el resto del país.

Además, bajo su dirección logró que por primera vez en Colombia un museo no estatal produjera excedentes durante cinco años seguidos.

Del museo pasó al Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, y logró otra gran transformación después de cinco años en la dirección. A tal punto, que lo convirtió en un referente de ciudad y en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.

Privado
Desde hace ocho días la vida de Pilar Velilla dio otro giro, grande y diferente en cuanto a que es la primera vez que trabajará en el sector privado.

"Es una experiencia totalmente diferente, pero yo la he respetado y apoyado siempre", anota Adolfo Naranjo sobre el nuevo cargo de Pilar como gerente del Club El Rodeo.

Él, mejor que nadie, sabe de la tenacidad de su esposa, su madurez, paciencia y responsabilidad con todo lo que emprende.

"La ciudad necesita los clubes y El Rodeo, que se prepara para celebrar 60 años, ha sido testigo de buena parte de la sociedad antioqueña", destaca Pilar.

Reconoce que el club se estancó, pero resalta la visión de la nueva junta directiva que quiere renovarlo. "Para mi esta es una Junta histórica que va a marcar época con el proyecto de renacimiento al que le quiere apostar. Con seguridad le vamos a prestar un buen servicio a la ciudad".