Viento Solar, un ejemplo ecológico
Gracias al empuje de Elena Posada, una paisa con total sentido ambientalista, la vida de los habitantes del corregimiento Río Cedro, en el municipio de Moñitos, en Córdoba, cambió radicalmente.
Con el fin de proteger y conservar una reserva natural, esta líder innata creó la Fundación Reserva Natural Viento Solar, una organización ambiental sin ánimo de lucro y de carácter privado, a través de la cual logró, con la ayuda de la misma comunidad, implementar unos procesos de formación ambiental y cultural.
De la mano con niños y adultos, esta fundación ha logrado implementar procesos de desarrollo alternativo y producciones sostenibles que han permitido restaurar y conservar los diversos ecosistemas que allí confluyen.
La reserva, ubicada a la orilla del mar, cuenta con ciénagas, manglares, bosque nativo y una zona rica en tierra que hoy se aprovecha no solo para los cultivos de pan coger, sino para la venta.
Los resultados han sido tan visibles y el cambio de la comunidad tan notorio, que la fundación fue elegida para viajar el mes pasado a la ciudad de Washington para conocer más de cerca su trabajo.
Según manifestó Elena Posada, más conocida como la Mona Posada, como la llaman cariñosamente, en Washington destacaron su labor y la catalogaron como una entidad líder en agroecoturismo social en Colombia, y un ejemplo digno de emular.
"Nuestro objetivo es promover acciones enfocadas a la conservación de la naturaleza y las comunidades campesinas para lo cual desarrollamos opciones de existencia más conscientes y profundas. De esta manera contribuimos a consolidar modelos de convivencia pacífica y sostenible", precisó la Mona Posada.
Viento Solar pertenece a la Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil (Resnatur), un tejido social que, como explica su directora, "está hoy urdido por lazos de afecto cuyos integrantes -campesinos, organizaciones no gubernamentales, propietarios de fincas y proyectos de conservación de comunidades rurales o urbanas organizadas-, somos los tejedores que articulamos a través de principios vitales, diferentes territorios y culturas".
El propósito común de todo este tejido es la conservación y el aprendizaje práctico de cómo convivir felizmente, de manera consecuente y productiva, con el territorio biodiverso que cada uno protege en las diferentes reservas naturales del país.
En otras palabras, se busca que las comunidades convivan en equilibrio con sus congéneres y la naturaleza.
Por estas razones, el hecho de haber sido elegida como un ejemplo internacional, le confirma a la directora de Viento Solar que su labor ha sido positiva, va bien encaminada y ya llegó a la época de la cosecha.
Entre los múltiples planes de trabajo que ha implementado Viento Solar en Moñitos se destacan el trabajo asociativo y los talleres formativos.
Por eso no es raro ver a los habitantes de Río Cedro con pinceles en las manos, no solo decorando las fachadas de sus casas, sino realizando obras pictóricas que luego exhiben con orgullo.
Así mismo, procesan con suma creatividad cáscaras, troncos y cabuyas con las cuales hacen sorprendentes obras artesanales que luego venden.
La labor de Viento Solar la complementa el perfil ecoturístico a través de un ecohotel a la orilla del mar con amplias cabañas y los campamentos de verano que realizan durante las temporadas vacacionales, con niños y jóvenes de Colombia, y que al decir de Elena Posada, "son verdaderas escuelas ambientales".