¿Y qué pasó con el rosadito de Moncho?
La famosa camiseta rosada de Ramón Cabrero, que no se quitó hasta la derrota de Nacional, ha generado toda clase de conjeturas sobre su pasado y sobre su futuro.
Dicen las malas lenguas que Ramón venía era para el Medellín y que ya había comprado una caja de camisetas rojas para ponerles el escudo. Pero como doña Celmira, la del aseo del hotel, metió las camisetas en blanqueador, pues se le destiñeron al pobre Cabrero.
A pesar de que su tía Ernestina le dijo desde pequeño que ese era un color mariposón, Cabrero insistió desde sus primeros años en usar "remeras" de ese color. Las evidencias de este hecho no son incomprobables ya que las imágenes que se tienen de Ramón cuando pequeño son a blanco y negro.
Es más, se habla de que Ramón intentó venderle la idea a Leonel Álvarez de ir uniformados a un clásico. Pero luego de no encontrar prendas XS y de que Leonel rompiera cuatro de tallas S (no se pone más grandes), Leo decidió seguir usando las camisas de su hijo.
Es más, en el mismo clásico, el delantero Luis Carlos Arias, tratando de burlarse, le gritó a Cabrero... "Profe, esa está buena para un guayabo". Y hasta ahí llegó la moda, porque puede que Arias no sepa de tendencias, pero sí de guayabos.
Ya se hablan de nuevas cábalas para el plantel de Atlético Nacional para la próxima temporada. Se habla de que Jairo, el Viejo, Patiño sería el nuevo integrante del elenco de Sábados felices , ante tantas ausencias de Marcelino Rodríguez, el famoso Mandíbula.
También se especula que Estiven Vélez y Fredy Grisales harán la nueva versión de la película Gemelos , o que Humberto Mendoza se tatuará la cara del Chigüiro Benítez en la espalda, si Nacional vuelve a ser campeón. Hasta el flaco Giovanny Moreno prometió ir a una temporada de vacaciones con el gordo Iván Valenciano, a ver si así coge algo de carnita entre piel y hueso.
Todo es posible con las cábalas de Ramón.