Histórico

Zapatero no asistirá a la Cumbre Iberoamericana

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01 de diciembre de 2010

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no asistirá a la XX Cumbre Iberoamérica que se celebra esta semana en Mar del Plata (Argentina) para concentrarse en las medidas anticrisis que adoptará el Ejecutivo.

Zapatero canceló también la visita oficial que tenía previsto comenzar este jueves a Bolivia y que, según fuentes del Gobierno español, se realizará "en cuanto la agenda de los dos presidentes lo permita".

Será la primera vez desde la creación de la Cumbre Iberoamericana, hace casi 20 años, que el presidente del Ejecutivo de España no asiste a esa cita que reúne anualmente a los jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina, España y Portugal.

Fuentes del Ejecutivo español dijeron a Efe que la ausencia de Zapatero en Mar del Plata no restará relevancia a la representación de España ya que será el rey Juan Carlos quien presidirá la delegación, junto con la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez.

"España estará representada al más alto nivel, con el jefe del Estado (el rey Juan Carlos I), que es el mejor embajador que tiene España en el mundo", señalaron.

La decisión de cancelar la visita a Bolivia y la asistencia a la Cumbre se tomó porque "en estos momentos, con la situación que hay en Europa y en España, la prioridad del presidente del Gobierno es sacar al país de la crisis económica", agregaron las fuentes.

El propio Zapatero adelantó en una comparecencia parlamentaria que el Gobierno aprobará en la reunión del Consejo de Ministros un "paquete" de nuevas medidas para atajar las consecuencias de la crisis que vive España, que mantiene la economía estancada y ha causado una gran destrucción de empleo.

España ha sufrido además en los últimos días el acoso de los inversores que, a raíz de la intervención de la Unión Europea y el FMI para rescatar a Irlanda, han redoblado su desconfianza hacia la solidez de la economía española.

Zapatero desveló este miércoles las líneas generales de las nuevas medidas que serán aprobadas el viernes y que fueron saludadas con una fuerte subida de la Bolsa, del 4,44 por ciento, tras haber perdido en una sola semana el 7 por ciento.

Las medidas incluyen una rebaja fiscal a las pequeñas y medianas empresas (pymes) para incentivar las inversiones, y la privatización parcial de la gestión de los aeropuertos (49%), incluidos los dos más importantes del país, los de Madrid y Barcelona, y el 30 por ciento de la sociedad pública Loterías del estado.

Con estas dos últimas medidas, Zapatero espera obtener 14.000 millones de euros, lo que puede suponer una reducción importante en las emisiones de deuda española.

El próximo viernes también se aprobará la desaparición de la ayuda de 426 euros (560 dólares) mensuales que reciben los desempleados que ya no tienen derecho a subsidio por haber rebasado los dos años reglamentarios y que no cuentan con otros ingresos.

La crisis económica que vive España y el derrumbe del sector inmobiliario, que había sido en los últimos diez años el motor de la economía, han provocado un gran incremento del desempleo, con cuatro millones de personas sin trabajo, el 20% de la población activa.

El Ejecutivo aprobó el pasado mes de mayo un plan de austeridad para reducir el déficit público, con una congelación de las pensiones y la reducción de los salarios de los funcionarios.

También aprobó la reforma laboral, rechazada por los sindicatos, y que habían reclamado la patronal y los organismos internacionales, que ahora piden a Zapatero más reformas, incluida la del sistema de pensiones con un retraso de la edad de jubilación.

El viaje que Zapatero canceló a Bolivia y Argentina es el segundo que suspende para ocuparse de la situación económica del país, después de que cancelara una visita a Brasil el pasado 27 de mayo cuando iba a asistir al III Foro de la Alianza de Civilizaciones en Río de Janeiro.

En esta ocasión, fuentes del Ejecutivo insisten en que su ausencia en la XX Cumbre Iberoamericana no es una señal de desapego a esa cita ya que España estará "muy bien representada" por el rey Juan Carlos y la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez.

El conservador Partido Popular (PP), el principal de la oposición, consideró "acertado" que el presidente del Gobierno suspendiera el viaje por los momentos "de especial trascendencia" que vive España, según su "número dos", María Dolores de Cospedal.

El líder 'popular', Mariano Rajoy, pidió a Zapatero que explique las razones de esa ausencia en la Cumbre de Mar del Plata, aunque reconoció que en la actual situación "toca que esté en España".