La Vida, la mejor escena, un festival de teatro para todas las edades
La programación comienza el 30 de octubre y va hasta el 4 de noviembre. Todas las funciones se realizarán en la sede de Gestos Mnemes, de Bello.
A finales de la década de los noventa la violencia se paseó a su gusto por las calles de París, uno de los sectores populosos de Bello. En ese ambiente de incertidumbre y miedo el profesor Giovanni Upegui y un grupo de sus estudiantes dieron el primer paso de un festival de teatro que quiso ser una celebración de la vida en una época regida por la muerte. Desde su nombre mismo el evento quiso dejar muy claro su objetivo: La Vida, la mejor escena.
En esos primeros años se realizaron seis ediciones en París. Con el tiempo Giovanni retomó la idea y el nombre ante el hecho que los muchachos crecieron y la vida laboral los absorbió. En esta segunda etapa el Festival ha sido realizado por la Corporación Gestos Mnemes, de Bello. A pesar de las adversidades económicas, este año se celebra su décimo cuarta edición, que comienza el 30 de octubre y va hasta el 4 de noviembre.
En los dos primeros días de la programación el énfasis está puesto en las actividades para los niños. Giovanni cree que esta población —salvo en los festivales dedicados a ella— es desatendida en los eventos culturales, que casi siempre le apuntan al público adulto. “Hemos pensado que es un público que con el tiempo se puede fidelizar. El festival puede tener todos los públicos”.
La apertura del Festival será la representación de El animero, obra infantil a cargo de Teatro Oficina Central de los Sueños, a las once de la mañana del domingo 30. Al día siguiente la celebración del día de Halloween inicia a las dos y media de la tarde y culmina a las cinco y media, e incluye “instalación creativa con personajes, inflables y juegos”, se lee en el comunicado de prensa. Estas obras y las demás de la programación tendrán lugar en la sede de Gestos Mnemes —Cra. 50A #54-13—, a una cuadra del Museo La Choza Marco Fidel Suárez.
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El apoyo público que el Festival recibió este año provino del Instituto de Cultura y Patrimonio de la Gobernación de Antioquia. Giovanni confiesa que por la mente de los organizadores pasó la idea de no realizar la edición de este año ante la negativa del sector empresarial de sumarse al Festival. “La mayoría de las empresas todavía se queja de la pandemia. Esta edición es una apuesta en medio de la zozobra. Nos resistimos a los no y le apostamos a los sí se puede. La gestión con grupos de teatro aliados y la capacidad con que cuenta Gestos Mnemes fueron las herramientas para perseverar con unas obras que sacan a la gente de su rutina, dice Giovanni.
El 1 de noviembre se subirá al escenario del teatro de Gestos Mnemes —con capacidad para cien espectadores— el colectivo teatral Duende loco, de Jericó. Lo hará a las siete y media de la noche para representar la obra San Antoñito. El 2 de noviembre el turno le corresponde al grupo anfitrión del Festival, que hará tres funciones de Heterotopías, a las ocho y diez de la mañana y a la una de la tarde. Ese mismo día, pero a las siete y media de la noche, Fantasía argentina –un colectivo que fusiona tango y clown– presentará Cabaret-teando. El costo de las entradas a todas las funciones es de $10.000 para el público general y de $ 5.000 para los niños, los estudiantes y los adultos mayores.
El Festival llegará al fin de su edición de 2022 con las obras Comedia salvaje, de Teatriados, el 3 de noviembre a las siete y treinta de la noche. A esa misma hora, pero el día siguiente, un grupo de estudiantes de teatro de la UdeA, inscrito en los semestres superiores, escenificará Destellos de la memoria.
Giovanni espera que la suerte sea más propicia para la edición del próximo año de uno de los festivales más importantes del calendario cultural del norte del Valle de Aburrá.
En Antioquia el arte ha sido el escenario privilegiado de la ciudadanía para oponer resistencia a las fuerzas de la violencia y la barbarie. Las bibliotecas, los festivales de poesía y de teatro han abierto espacios de diálogo y encuentro con el otro. Esa es la historia de La Vida, la mejor escena. Sin estos proyectos la región estaría expuesta a los rigores de la rutina y la desesperanza. El arte humaniza y da alientos de esperanza.