Asesinada en vivo: el crimen de la tiktoker reaviva el debate sobre la violencia contra las mujeres
Las autoridades buscan a los responsables del homicidio de la influencer mexicana, Valeria Márquez.
Las imágenes del asesinato de Valeria Márquez son tan escabrosas como virales. La joven creadora de contenido fue acribillada a tiros mientras realizaba una transmisión en vivo.
En los múltiples videos que circulan por redes sociales, fragmentos breves, tomados por usuarios anónimos, se observa cómo la joven, conocida en TikTok, recibe al menos tres impactos de bala, uno de ellos en la cabeza. Segundos después, otra mujer se acerca, toma el celular y detiene la transmisión.
El crimen, ocurrido en México y que ya es objeto de investigación por parte de las autoridades de ese país, ha desatado una oleada de solidaridad y conmoción, especialmente en Colombia, donde su caso ha reavivado el debate sobre la violencia contra las mujeres. Aunque esta tragedia tuvo lugar fuera del país, su eco resuena en una sociedad que enfrenta su propio drama: el feminicidio cotidiano, con otros nombres, otros rostros y las mismas heridas.
En paralelo, en Colombia persiste la indignación por el asesinato de Sirley Vanessa López, una joven a quien un hombre le disparó con arma de fuego dentro del campus de la Universidad del Valle, en Cali. Su muerte ha encendido protestas, pronunciamientos institucionales y reclamos ciudadanos por el porte indiscriminado de armas y la inacción frente a las amenazas previas.
Hoy, el tablero mortal de feminicidios en Colombia marca 207 mujeres asesinadas en lo que va del año.
Mientras los números crecen, las preguntas de siempre reaparecen, casi siempre dirigidas hacia las víctimas: ¿Por qué no se fueron antes? ¿Por qué no denunciaron más veces? ¿Por qué no se separaron a tiempo? Como si la responsabilidad de sobrevivir, huir o anticipar la violencia recayera únicamente sobre ellas.
En el caso de Valeria Márquez, versiones difundidas en redes sociales señalan que venía siendo acosada por su expareja, a quien habría responsabilizado públicamente si algo le ocurría. No obstante, esta información no ha sido confirmada por ninguna autoridad hasta el momento.
Un reciente informe del Observatorio de Feminicidios en Colombia reveló que la mayoría de las víctimas este año tenían entre 30 y 34 años. De los 207 casos registrados hasta abril, Antioquia encabeza la lista con 36 muertes, seguido por Bogotá, Valle del Cauca, Atlántico y Cauca. Las cifras siguen subiendo, pero las respuestas institucionales no van al mismo ritmo.
Conozca: Estudiantes piden justicia por el feminicidio de Sirley Vanessa López en la Universidad del Valle
En Colombia, como en tantos otros países de América Latina, ser mujer sigue siendo un riesgo. Y mientras las víctimas siguen cayendo, las preguntas equivocadas se repiten. Lo que urge no es cuestionarlas, sino detener de una vez el ciclo de violencia que las condena.
Hace poco, la defensora del Pueblo, Iris Marín, alertó que la violencia contra las mujeres en Colombia es una amenaza constante, un “monstruo de varias cabezas” que se manifiesta en múltiples formas dentro de la sociedad. María Vega, directora de la fundación Justicia para Todas, fue aún más contundente: “El feminicidio es una forma de desprecio absoluto por la vida de las mujeres. La mayoría de estos crímenes los comete la pareja o expareja, pero no podemos limitarlo solo a eso. El feminicidio ocurre cuando alguien asesina a una mujer por el hecho de ser mujer”.