Correos, el estorbo para Clinton
El FBI cerró la investigación que se adelantaba contra la demócrata, pero la polémica sigue.
Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.
Si bien la eventual candidata demócrata a la Presidencia de EE. UU., Hillary Clinton, se salvó de ser investigada por el escándalo de los correos electrónicos, la exprimera dama busca que su rival, Donald Trump, no logre llevar la atención del debate a este caso para quitarle posibles votantes. En suma, que las suspicacias que ha levantado este asunto entre la opinión pública no signifiquen una inesperada derrota en las elecciones de noviembre.
Ayer, la exsecretaria de Estado pudo respirar por esta amenaza a su credibilidad. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) recomendó que no se le imputen cargos a Clinton por el uso de servidores de correo electrónico privados para abordar asuntos de interés nacional mientras estaba al frente de la diplomacia del país (2009-2013).
“Expresamos a la justicia nuestra visión de que no deben de presentarse cargos”, afirmó en rueda de prensa el director del FBI, James Comey.
“No se encontraron pruebas claras de que la secretaria Clinton o sus compañeros tuvieran intención de violar las leyes que rigen el manejo de información clasificada, aunque hay evidencia de que fueron negligentes en su manejo de información muy sensible, altamente clasificada”, explicó.
Anticipando todo tipo de críticas por su decisión de no proseguir con una pesquisa, Comey agregó que “esta investigación se llevó a cabo de manera competente, honesta e independiente. Sin ningún tipo de influencia externa”.
Trump busca ganancia
Como era de esperar, el eventual candidato republicano, Donald Trump, alimentó la indignación y la especulación tras la decisión del FBI: “¡Muy, muy injusto! Como de costumbre, mal juicio. El sistema está amañado. El general Petraeus se metió en problemas por mucho menos”, escribió en Twitter.
“El director del FBI dijo que la torcida Hillary comprometió nuestra seguridad nacional. Sin cargos. Sistema amañado”, agregó.
¿Logrará Trump llevar el debate de sus polémicas a las de Clinton y así acortar distancias? Para Emilio Viano, politólogo y docente de la American University, no podrá.
“El tema de los correos está desde hace mucho tiempo y no tuvo mayores efectos. El FBI descarta el caso porque no es posible determinar que Clinton tenía intenciones criminales al usar un correo privado. Realmente, los estadounidenses no ven esto como un asunto serio, que la comprometa a la hora de ser presidenta. Ella de hecho se defendió diciendo que varios secretarios de Estado anteriores hicieron lo mismo”, explicó.
“Ella pudo borrar mensajes comprometedores, una agenda que demostraría vínculos políticos no muy buenos, pero esto es especulación, porque no se puede saber. Sería muy difícil demostrarlo”, añadió.
Patricio Navia, docente de la Universidad de Nueva York (NYU) y columnista del diario La Tercera, coincidió: “Trump intentará desviar con esto la atención de sus propios escándalos. Sin duda el asunto de los correos seguirá siendo un dolor de cabeza para Clinton, pero el daño no será decisivo. En la balanza de las polémicas, lo de Hillary es un pelo, mientras que lo del magnate sigue siendo una peluca en la sopa”.
Por último y conociendo los entresijos de Washington, Viano no descartó que factores políticos hayan influido en la decisión, si bien sostuvo que nada de esto afectará gravemente a Clinton.
“Es claro que estamos en una administración demócrata, y que la fiscal general Loretta Lynch —que se reunió con Bill Clinton el 27 de junio—, fue nombrada por Obama y es afín a sus políticas. Si hubiera un presidente republicano en este momento, hubiera buscado avanzar mucho más en el caso para mantener esa sombra sobre Hillary en plena campaña. No fue completamente objetivo todo esto, claro”, señaló.