Neil Gorsuch y Tillerson marcan viraje a la derecha en EE. UU.
El magistrado conservador nominado por el presidente Donald Trump, genera sospechas ante poca separación de poderes en Estados Unidos.
Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.
Tras ser elegido por el mandatario de EE. UU. para llenar la silla que había quedado vacía en la Corte Suprema con el deceso de Antonin Scalia, el hasta ahora juez de la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito, Neil Gorsuch, prometió ejercer su eventual nuevo puesto con la “imparcialidad” que siempre ha caracterizado a los magistrados de dicho país.
“Cuando practicamos derecho en las trincheras de la ley y nos ponemos nuestras togas, no nos hacemos más inteligentes. Pero sí nos sirve de recordatorio de lo que se espera de nosotros: imparcialidad e independencia”, dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca a la que asistió el propio Donald Trump.
Gorsuch también tuvo palabras para recordar a Scalia, uno de los jueces más reputados que tuvo el país durante las últimas décadas, y del que afirmó que seguirá su ejemplo. “Fue un león de la ley. Consciente de todas mis imperfecciones, prometo que si me confirman haré todo lo que está en mi poder para, tal como Scalia, ser un fiel servidor de la Constitución”, dijo.
Washington conservador
Precisamente, al igual que su antecesor, Gorsuch es considerado un “originalista”, lo que implica que interpreta la Constitución tal como lo harían sus autores —los “padres fundadores” de la nación— durante el siglo XVIII.
Antes de su nominación por parte de Trump, el máximo tribunal del país estaba compuesto por cuatro jueces progresistas y cuatro conservadores, mientras que la silla de Scalia continuaba vacante. Ahora el ente presumiblemente tendrá un talante conservador en sus decisiones, al saberse en horas de la tarde que Gorsuch ya dialogaba con senadores en Washington mientras Trump presionaba a los republicanos por una confirmación rápida del juez, incluso usando una excepción parlamentaria para lograrlo.
Con este escenario, ¿cuáles serán las implicaciones para la política estadounidense? ¿Queda así Trump controlando todos los poderes y eliminando su necesaria separación? En diálogo con EL COLOMBIANO, expertos dieron su opinión sobre lo que ocurrirá con la democracia en la potencia norteamericana.
“Su doctrina originalista prácticamente afirma que no importan los casi 250 años que pasaron desde la independencia, y en ese sentido se ven en riesgo el status de la mujer, la composición de la familia, la posición de minorías étnicas y raciales. Aquí habrá problemas para distintos sectores del país porque serán cinco conservadores contra cuatro progresistas o a veces incluso seis contra tres”, afirmó Emilio Viano, politólogo y docente de la American University.
“Más aún, dos de los magistrados progresistas, los jueces Stephen Breyer y Ruth Ginsburg, sobrepasan los 78 años y podrían estar muy cerca de su retiro, lo que le daría aún más comodidad a Trump de ocurrir en el corto plazo, porque podría nombrar a otro conservador”, agregó.
Por su parte, como advierte Viano, Gorsuch tiene 49 años y le faltarían 30 para llegar a una edad de retiro, por lo que seguirá influyendo en la justicia del país durante mucho tiempo. El principal objetivo de la administración Trump en este ámbito es anular la decisión de 1973 que permitió el aborto en el país.
“Es lo principal y esperan que los jueces conservadores nos devuelvan varias décadas atrás , cuando durante los sesentas a un lado del río el aborto era legal, y en el otro podía llevar a las mujeres a la cárcel. Ese plan le ganó votos evangélicos a Trump”, explicó.
Germán Sahid, internacionalista y docente de la Universidad del Rosario, considera que “la amenaza no proviene del hecho de que la Corte Suprema vaya a ser conservadora, porque en Estados Unidos dichos jueces son personas muy calificadas y que no toman sus decisiones solo basados en doctrinas. Eso dependerá del asunto a tratar. Hay además un abanico de distintas visiones a pesar de que solo se distingan entre progresistas y conservadoras. Lo que sí preocupa es que Trump logró una afinidad ideológica en las tres ramas del poder. Eso deja en entredicho ciertos debates respecto a derechos civiles y libertades”.
Tillerson guiará diplomacia
Como se previó desde hace meses, Trump nombró como secretario de Estado al empresario petrolero Rex Tillerson, en momentos en que el país es criticado por los gobiernos europeos, tiene tensiones con México, y su gobierno es visto como una amenaza a la estabilidad global. En horas de la tarde el Senado aprobó rápidamente su nominación.
A Tillerson además se le critican sus vínculos con el gobierno de Vladimir Putin en Rusia, al punto de que fue condecorado con la Orden de Amistad del Kremlin en 2013.
El viraje de EE. UU. sigue y se hizo sentir ahora en justicia y diplomacia.