¿Un presidente a “Trumpadas” con la prensa?
Andiarios considera que el presidente norteamericano se acerca en sus relaciones con la prensa a lo que han hecho Maduro, Chávez y Correa. La FLIP, por su parte, destaca lo riesgoso del tono intimidante de Trump.
Periodista y escritor. Diplomado en información económica y financiera, Geopolítica y finanzas para no financistas.
Amenazada. Así está la libertad de prensa en Estados Unidos, por cuenta de las tensas relaciones que el 45 presidente de los norteamericanos, Donald Trump, ha tenido con un sector de medios tradicionales ligados al partido Demócrata, que abiertamente lo descalificaron como candidato.
Trump parece haber comenzado a transitar por los mismos senderos de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela, y Rafael Correa, en Ecuador: comienzan descalificando a periodistas y medios, luego quieren sustituir a los comunicadores profesionales y más adelante llegan con intervenciones vía regulación.
Tal es la perspectiva de Nora Sanín Posada, directora Ejecutiva de Andiarios, quien opina que Trump tiene un talante y una actitud despótica frente a la libertad de prensa y el derecho a la información. Eso, añade, es bastante preocupante, porque históricamente Estados Unidos ha entendido que la prensa es vital para la democracia. Por lo tanto, “toca estar vigilantes y ojalá que no siga en esa tónica”.
¿Y cuál sería la mejor estrategia de la prensa?
“Lo primero es estar unidos, atentos y no aceptar ese recorte de libertades. Si Trump llegara a asumir conductas que atengan contra la libertad de prensa, habrá que acudir al poder jurisdiccional para defender esos derechos obtenidos. Confiemos en que el presidente no coopte también esos poderes”.
¿Qué tan sano es que en procesos electorales los medios de comunicación tomen abiertamente partido frente a un candidato?
“Los medios tienen que esforzarse al máximo por lograr la imparcialidad en materia informativa. En cuanto a sus posiciones editoriales, cada medio goza de autonomía, y hasta es un deber mirar si un presidente tiene las características que ponen en riesgo a una sociedad y sus valores. Sencillamente, desde esa perspectiva, el medio no puede dejar de tomar posición”.
Un manipulador
Emilio Viano, profesor de la Universidad de Washington, reconoce lo complejo que será para la prensa lograr la acreditación para hacer la cobertura noticiosa de la Casa Blanca.
El analista resalta que Trump ha privilegiado el uso del twitter como medio de información. Se limita a escribir, crea controversia, no dice nada más y se retira sin hablar o dar detalles. En su criterio, el magnate norteamericano “es excelente en su juego como manipulador de la opinión pública”. Además, continuamente acusa a los medios de mentirosos y, por ello, es probable que mantenga alejados a los que están en su contra. Esa barrera podría ser mayor si los medios, como corresponde a su responsabilidad, entran a investigarlo.
Viano recuerda que uno de los argumentos favoritos de defensa de Trump frente a las críticas de los medios de comunicación, es que se trata de “malos perdedores”, cuyos argumentos son realmente pura politiquería.
Para Carlos Arévalo Narváez, director del Departamento de Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana, el choque de Trump con la prensa es delicado, porque “la libertad de prensa es esencial para que un gobierno pueda rendir cuentas e informar a la opinión pública”.
Si las cosas se ponen graves, la prensa podría demandar a Trump por violar la libertad de prensa. De ocurrir eso, el analista prevé que se podría presentar un distanciamiento entre la Corte Suprema de Justicia y la cabeza del poder Ejecutivo. El analista considera que los medios tienen derecho a opinar, con posiciones subjetivas, pero sin perder la obligación de informar objetivamente .