Mundo

Alerta en Perú: 17 explosiones y constantes sismos por actividad del volcán Ubinas

Las personas que viven en el sur de Perú pasan días de angustia, debido a las altas emisiones de ceniza volcánica tras las explosiones del volcán Ubinas.

08 de julio de 2023

En el sur de Perú se viven días de angustia tras la actividad del volcán Ubinas, que no había presentado movimientos desde el 2019, por lo que no hay resguardo digno para las personas que hasta ahora continúan conviviendo con la ceniza volcánica, la cual es altamente tóxica.

Le recomendamos: Al menos 27 obreros han muerto por incendio en mina de oro en Perú

El Instituto Geofísico del Perú, IGP, informó que la explosión, registrada a las 3:16 pm (hora local) del pasado martes, 4 de julio, generó una columna de humo de 5 kilómetros de altura y ha expulsado cenizas hacia el sur y el sureste del volcán.

Esto llevó a que un día después el gobierno peruano declarara estado de emergencia en los alrededores del volcán Ubinas, en el sur de Perú, frente al “peligro inminente” por el nuevo proceso eruptivo que comenzó el 24 de junio.

El Consejo de Ministros fue el encargado de hacer pública y explicar la noticia de la aprobación del estado de emergencia. La medida es de carácter preventivo y se dio tras el aumento de las explosiones y la expulsión de ceniza.

En la misma red social explicaron qué facultades se adquirirían con el estado de emergencia: “permitirá ejecutar medidas y acciones de excepción, inmediatas y necesarias para reducir el riesgo existente, así como intervenciones de respuesta y rehabilitación”, señaló el Ejecutivo en la red Twitter.

El decreto regirá por 60 días y abarca a los distritos de la región de Moquegua, a unos 1.100 km al sur de Lima, afectados por el Ubinas, el volcán más activo del Perú a 5.672 metros de altura.

Cerca del volcán se encuentran los distritos de Ubinas, Yunga, Lloque, Chojata, Matalaque y San Juan de Tarucani, con una población aproximada de 2.200 personas.

Después del anuncio de la declaratoria de emergencia, el primer ministro, Alberto Otárola, explicó que la medida les permitirá ejecutar acciones inmediatas y de excepción para reducir el riesgo, además de intervenciones de respuesta y rehabilitación. “La tarea central del Gobierno es proteger a la población”, subrayó. Por lo pronto, debido a la emergencia, se han suspendido las clases en 13 centros educativos de grado inicial, primaria y secundaria, y dos institutos, según informó El País.

Lo que más preocupa a la población es que, según ellos, los albergues no tienen la capacidad ni calidad para recibirlos tras la evacuación por las explosiones del volcán Ubinas.

La razón es que el albergue de Sirahuaya, ubicado a 12 kilómetros del cráter, no se encuentra en operación desde su creación en 2019. Las autoridades unieron esfuerzos con el fin de tenerlos listos y que la población pueda ocuparlos.

“Estamos complementando lo que nos dejaron las gestiones pasadas. Vamos a necesitar 14 millones de soles [casi 4 millones de dólares]. Con la declaratoria de emergencia iniciarían los trabajos, pero sí puede recibir a las familias”, ha declarado, con optimismo, el subgerente de Gestión de Riesgo de Desastres del Gobierno Regional de Moquegua, Juan Paredes Urbiola.

Sin embargo, los afectados piensan muy diferente. “El albergue de Sirahuaya son módulos pequeños donde entra una cama, pero no hay agua, desagüe ni luz. Entre morir allá o morir acá, la verdad uno prefiere morir en casa”, le dijo Rocío Ramos, una vecina del distrito de Ubinas, al diario El Comercio.

Por otro lado, expertos han comentado que las emisiones de ceniza volcánica persisten en el ambiente; y que, aunque el “Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ha informado que este miércoles las emisiones continuas de ceniza alcanzaron una altura máxima de 1.000 metros sobre la cima del cráter, menor que el primer día, la amenaza es latente. Pues el IGP ha detectado 173 sismos, asociados a procesos de ruptura de rocas que han sucedido en el interior del volcán”, así lo informó el País.

El investigador del IGP Marco Rivera, aseguró que: “estamos observando con mucha atención la evolución del nuevo proceso eruptivo del volcán. No descartamos que nuevas emisiones de ceniza de mayor volumen ocurran en las siguientes horas o días”.

Y el vulcanólogo José del Carpio explicó, en el comunicado del IGP, que el Instituto pidió adoptar cuanto antes medidas que permitan salvaguardar la seguridad de la población que puede verse afectada. “En adelante, las explosiones podrían ocurrir con intervalos de horas y dar lugar a episodios de caída de cenizas en distritos próximos al volcán”.

Con información de la AFP*