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Los quince años de izquierda que Uruguay puede dejar atrás

El Frente Amplio se juega su continuidad en el poder contra el Partido Nacional, de derecha.

Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.

29 de octubre de 2019

Uruguay es uno de los países de Suramérica donde un mismo partido ha gobernado por más tiempo. Junto a los 20 años del Partido Socialista Unido en Venezuela y los 13 que ajusta Evo Morales en Bolivia con el Movimiento al Socialismo, el Frente Amplio suma quince años de gobiernos de izquierda: desde 2005 con Tabaré Vázquez, seguido por el mandato de José Mujica (2010), hasta el segundo periodo Vázquez (2015).

El pasado domingo el país celebró la primera vuelta de las elecciones presidenciales, cuyo resultado vaticina un posible cambio. El candidato de continuismo, Daniel Martínez, obtuvo el 39,17 % de los votos y se enfrentará en segunda vuelta contra el aspirante Partido Nacional, Luis Lacalle Pou (28,59 %), alineado a la derecha.

En comicios anteriores el Frente Amplio siempre obtuvo la mayoría parlamentaria en las legislativas y ganó en segunda vuelta. Pero este año no consiguió dominar el Congreso y aparecieron grupos cercanos a la ideología del Partido Nacional. Uno de esos es Cabildo Abierto, que fue cuarto el pasado domingo. Además del antiguo Partido Colorado, que ya se unió al bando de derecha para formar una coalición.

Como lo relata el profesor de Ciencias Políticas de la U. de la Sabana, Juan Nicolás Garzón, “el Partido Nacional recoge el respaldo de la derecha y entra a competir con un Frente Amplio desgastado. La derecha está más fortalecida que la izquierda”. Por este motivo, Uruguay tiene abierta una ventana para cambiar a su partido gobernante en la segunda vuelta del 24 de noviembre, mientras la oposición saca provecho de los errores del oficialismo.

Sin una cabeza

Al Frente Amplio se le recuerda por José Mujica, el presidente austero y progresista, pero con su retiro de la política en marcha y la jubilación obligada de Vázquez, quien padece cáncer de pulmón, el liderazgo se difumina.

El profesor de Ciencia Política de la U. Javeriana, Egoitz Gago, ve probable que ante ese escenario en unas semanas cambie el grupo que gobierna el país por “el desgaste causado por el mero hecho de gobernar”.

A su juicio, el Frente ha vivido de la figura de Mujica, “que está en retirada”, y los electores también cobran un escándalo reciente: la renuncia del exvicepresidente Raúl Sendic señalado de corrupción. Pero al Partido Nacional también podrían reclamarle el respaldo a la fracasada reforma constitucional para crear una guardia policial militarizada, propuesta que los votantes rechazaron en las urnas.

Derecha y centro derecha ya se unieron en Uruguay para declarar la cruzada contra un Frente Amplio que se queda sin caminos para mantenerse. De este sus adeptos evocan los años de bonanza que convirtieron a país en la nación con menos pobres de la región, según la Cepal, un progreso que jugó en su contra: una creciente clase media que pide cambios que el oficialismo no ofrece y ve en el Partido Nacional una ruta para conseguirlos.