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México y su plan migratorio para Centroamérica

Guardias en la frontera, programas de bienestar social y documentación de entradas hacen parte de la respuesta.

Periodista egresada de la facultad de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana.

15 de junio de 2019

El gobierno estadounidense lo pidió y México cedió a sus requerimientos. El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó ayer su plan para atender el fenómeno de migrantes centroamericanos que llegan a su país con el objetivo de cruzar hasta Norteamérica, donde son frenados por la administración de Donald Trump.

López Obrador estuvo acompañado de su canciller, Marcelo Ebrard, y de los gobernadores de Chiapas, Campeche, Tabasco, Veracruz y Oaxaca, estados de la frontera sur, que conecta al país con Guatemala, por donde entran estas personas. Todos ellos manifestaron su respaldo al programa del gobierno.

El plan que traza México

El punto principal es el envío de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur, cuerpo integrado por policías federales, militares, navales, soldados y miembros de la Marina Armada, lo que lleva a una militarización del área limítrofe.

Sobre este, la PhD en derecho y experta en migraciones de la U. Externado, Alexandra Castro, comenta que no es la primera vez que se utiliza a un Ejército para atender estas situaciones, sino que se ha usado en Brasil, Estados Unidos, países de la Unión Europea, entre otros.

Agrega que “no sirve de mecanismo para frenar el fenómeno porque se diversifican las rutas. Entonces, los migrantes no dejan de salir y se puede agravar la situación con la aparición de traficantes”. Y es que el gobierno mexicano estima que por año los tratantes de personas pueden conseguir 6 mil millones de dólares por transportar gente de manera ilegal.

Los otros puntos incluyen programas de bienestar social, un plan de empleo y otro de protección a menores de edad. Las cargas de caminantes serán distribuidas entre los estados del norte debido a que los del sur ya cuentan con un porcentaje alto de población.

Desde que comenzaron las caravanas de migrantes en octubre, México no sabe con certeza cuántas personas han cruzado la frontera y de qué nacionalidad es cada una, por lo que aún no hay cifras claras de migrantes. Entonces, en el proyecto también hay un apartado dedicado al censo.

Finalmente, aplicarán el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, a partir del 20 de junio, con el que pretenden activar la economía de la región a corto plazo, debido a que el desempleo y la falta de oportunidades son los motivos por los que la gente deja esta zona.

División por la migración

El plan de López Obrador no es perfecto. Eso se evidencia en una dimisión en su equipo y la oposición en la Cámara de Diputados. La primera es la renuncia que se conoció ayer del comisionado del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén, la autoridad que regula este tema en el país.

Por su parte, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Porfirio Muñoz, sentenció el pasado jueves que adaptar las políticas a la petición de Estados Unidos “es una traición a la historia de México”.

La directora del Grupo de Investigación en Derechos Humanos de la U. el Rosario, María Teresa Palacios, afirma que el plan de México es una victoria parcial de Trump, pero no significa el fin del fenómeno porque la migración ilegal sigue en el radar.

Con esta situación y 45 días de plazo, México trabaja contra reloj para disminuir la tensión con Estados Unidos.