“Yo fui el primer caso de viruela del mono en mi departamento”: la intensa historia de un hombre peruano contagiado
Este es el testimonio de Jorge León, un peruano que decidió romper su silencio para contar cómo se contagió.
El virus ha comenzado a tomar más fuerza en Bogotá, que reporta el 83 % de los casos.
Iba a ser médico, pero me volví periodista. Me gusta debatir y hablar mucho y de todo. Creo que la información es un patrimonio inmaterial y público.
“No puedo hablar muy fuerte”, me dijo en voz baja Jorge Enrique León, un peruano de 32 años. Su hijo, de 12 meses, recién se había quedado dormido. Después de dos semanas de recibir la prueba positiva de viruela del mono, León había perdido el miedo a contagiarlo a él, a su otra hija, de cuatro años, y a su esposa.
Y en medio del aumento de contagios que se reportan en Colombia –ya hay 273 infectados a nivel nacional (ver nota anexa)– y en Latinoamérica, León aceptó contarle su experiencia a EL COLOMBIANO.
“La verdad estoy haciendo una vida normal. Si ya los contagié, seguro lo hice antes de saber que estaba con esta enfermedad”, aseguró durante una extensa llamada de WhatsApp que sostuvo con este diario. A sus dos hijos ya les había salido una prueba negativa del virus (Ver: Para Saber Más).
Fue una buena noticia para León, que últimamente se ha acostumbrado a recibir resultados positivos en los test que le practican a él: solo en los últimos dos años y medio se ha contagiado de coronavirus cuatro veces. De hecho, la última vez casi le da covid y viruela del mono al mismo tiempo. En solo dos semanas su organismo tuvo que enfrentarse a los dos virus que más titulares han llenado en los últimos años.
El miedo y la muerte
León vive con su familia en el distrito de Conchamarca, una pequeña ciudad de unos 6.000 habitantes ubicada en el departamento de Huanuco, que está alojado en el corazón de Perú. Allí, León se gana la vida manejando maquinaria agrícola. Les alista la tierra a los agricultores de su zona para que puedan sembrar sus cultivos.
León ha estado enfermo últimamente y, de hecho, aún no ha vuelto a trabajar. Recordó que sus malestares comenzaron el pasado 15 de junio. Tuvo una inflamación en los bronquios y le tocó acudir al médico. Más tarde, a finales de junio, comenzó a tener lo que llamó “principios de neumonía”.
Para entonces, Perú registraba su primer caso de viruela del mono, un extraño virus proveniente de África que había puesto con los pelos de punta a las autoridades sanitarias europeas y recordaba la pesadilla que había tenido el mundo con el covid-19 a comienzos de 2020.
En julio, la salud de León siguió frágil; como tenía síntomas respiratorios se hizo una prueba para Sars-CoV2. El 23 de julio le dieron el resultado: tenía covid-19 por cuarta vez en su vida. En Perú, mientras tanto, la cuenta de personas enfermas con viruela del mono ya iba en 157. Estaba atacando con más fuerza a la población de hombres que tienen sexo con otros hombres, como ha pasado en otros países.
Tres días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente que la viruela símica era una emergencia sanitaria de importancia internacional. Se trata de una condición que hoy solo ostenta el covid-19.
León no mejoró. Le dolía el cuerpo, tenía fiebre y le empezaron a salir unas ronchas en el pecho. Es un activo usuario de redes sociales. Entonces, buscó por internet y se dio cuenta de que existía la posibilidad de que estuviera contagiado con la viruela del mono que se robaba los titulares de los periódicos y provocaba largos debates en la OMS.
¿Qué tan probable podía ser que estuviera infectado? León no tenía relaciones sexuales con otros hombres, no había ido a eventos masivos y ni siquiera había salido de Huanuco, su departamento, que aún ni siquiera reportaba casos de la viruela símica.
“Decidí hacerme una prueba para descartarlo. Aparte me sentía un poco mal”, dijo León. Pero el personal médico que lo atendía no creía que fuera pertinente practicarle la prueba. Le decían que quizás era varicela, que no debía preocuparse. De nuevo, ¿qué tan probable podía ser que estuviera contagiado?
Ya el 1 de agosto llegó la peor noticia que le ha traído la viruela del mono a Perú hasta ahora. Un hombre de 45 años que se había contagiado recientemente falleció en una clínica.
Había entrado de urgencia al hospital Dos de Mayo en el oriente de Lima. Lo hospitalizaron de inmediato.
Según el parte médico tenía VIH y había dejado de practicarse el tratamiento antirretroviral que le habían recetado. Además, estaba padeciendo de tuberculosis y tenía la piel cubierta de llagas. Mientras lo atendían sufrió un fallo respiratorio y su cuerpo estaba soportando un shock séptico: las infecciones lo habían atacado tanto que su presión arterial había disminuido peligrosamente. Finalmente, falleció en una Unidad de Cuidados Intensivos. Para entonces, ya había 305 personas contagiadas con viruela del mono en territorio peruano.
León logró que le hicieran la prueba el 5 de agosto. “Me sacaron sangre, me hicieron un hisopado en la mejilla y luego otro en las pústulas, en los granitos donde está la materia blanca”, recordó León.
Los resultados le llegaron tres días después: el 8 de agosto recibió un documento firmado por el Ministerio de Salud de Perú. El archivo de PDF decía lo siguiente: “Identificación del paciente: León Salazar, José Enrique. Edad: 32. Análisis: ADN del virus Monkeypox [Presencia] en muestra de piel por PCR en tiempo real. Resultado: Positivo”.
El paciente cero
¿Qué tan probable es que una persona alguna vez en su vida se convierta en el paciente cero de una enfermedad extranjera que llega a su departamento? La mala suerte le correspondió a León.
La noticia de que a Huanuco había llegado la viruela del mono recibió amplia atención de la prensa local. Incluso, hubo un periódico que le dedicó su portada (ver foto). En letras rojas y mayúscula sostenida pusieron un titular escueto: “VIRUELA DEL MONO EN HUANUCO”.
Una vez las autoridades se dieron cuenta de que estaba contagiado, comenzaron a hacer el cerco epidemiológico. León se comunicó con sus familiares y las personas con las que había tenido contacto, pero ninguno manifestó síntomas.
“La esposa, aparentemente, se encuentra sana, pero, se ha identificado que los hijos de uno y cuatro años de edad presentan lesiones que asemejan a la viruela del mono”, dijo Adela Celis, directora de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud en un diario local.
León, sin embargo, negó esta versión. Por un lado, dijo que sus hijos no tuvieron síntomas en las últimas semanas. Además, recordó que les hicieron test, que fueron enviados el Instituto Nacional de Salud de Perú (INS), y cuyo resultado salió negativo.
La información que tenía la prensa de él y de su familia era imprecisa, decían que era chófer, que tenía 31 años de edad y que algunos conocidos suyos tenían síntomas de la viruela símica. Nada de eso era cierto
León también aparece en la prensa nacional cada vez que hay nuevas noticias de la viruela del mono. Es el único contagiado de su región, el escueto número 1 que aparece junto al nombre de su departamento. Sigue siendo el solitario paciente cero.
Ni él, ni los equipos epidemiológicos de su región tienen una idea concreta de cómo fue que se contagió. No fue a conciertos, ni a estadios a ver partidos de fútbol, ni a fiestas o eventos masivos. Y, como mantuvo enfermo tantos días de los últimos meses, su rutina era más bien tranquila.
De hecho, él mismo dice que lo más raro que hizo fue ir al supermercado. Tiene, sin embargo, su propia teoría de cómo fue que se infectó. “Esta enfermedad a veces hace que te pique alguna herida y que te rasques. Cuando haces esto, en tu mano está el virus. Luego ya tocas el dinero, tocas a las personas. Parece que ahí fue el tema”, dijo.
Esto aún es motivo de estudio. Pero las autoridades sanitarias han insistido en que la vía de contagio es el contacto cercano con la piel, los fluidos o las lesiones de personas infectadas. También señalan que los objetos, sobre todo telas, ropa y sábanas, pueden tener el virus.
Así se sintió León
“Es como si fuera covid o tener bronquitis. O sea, tengo dolor muscular, dolor de espalda, dolor en las articulaciones, pesadez, un poco de calentura”, contó León sobre los síntomas que sintió durante los primeros días de la infección.
Para ayudarle a sobrellevar la enfermedad, los médicos que lo visitaron le recetaron un cóctel de desinflamatorios y antibióticos que surtieron su efecto. La receta de todas formas no lo alivio por completo. Hubo noches en las que sudaba mucho y dormía mal. Las pústulas le pasaron del pecho a la cara y luego a la espalda.
También le dio dolor muscular y fiebre cuando terminó los medicamentos que le habían recetado. Pese a todo, la enfermedad cedió con los días.
La última vez que habló con este diario dijo que sus síntomas habían mejorado, ya no le dolía el cuerpo y las pústulas en su piel habían comenzado a secarse, a formar costras y a sanar. Su familia seguía sintiéndose bien y él seguía siendo la única persona contagiada con viruela del mono en su departamento.
Las cosas en Perú, sin embargo, han empeorado. El país ya cuenta con transmisión comunitaria del virus, lo que implica que los contagios no se están dando a raíz de viajeros internacionales, sino entre la misma población peruana.
Las cifras, además, no son alentadoras. Hasta el cierre de esta edición Perú reportaba 1.128 contagios. En proporción a su población, es el tercer país del mundo con más infectados, solo por detrás de España y Estados Unidos.
Por ahora, tampoco hay una fecha para la llegada de vacunas a Perú y al resto de Latinoamérica. Como pasó con el covid-19, los países de Europa y Norteamérica están en los primeros lugares de la fila.