Papa calificó como “llaga” la pederastia y el abuso infantil
El Papa Francisco criticó este sábado los abusos infantiles y los calificó de "una especie de asesinato psicológico y en muchos casos una cancelación de la infancia", y tildó como una "llaga" el fenómeno de la pederastia, que pidió "dejar de encubrir".
Francisco habló en estos términos durante una audiencia que mantuvo en el Vaticano con miembros de la asociación italiana Meter, que lucha contra la pederastia desde su fundación en 1989 y a la que el papa describió como "el 'hogar' de muchos niños que han sido violados en su inocencia o esclavizados por el egoísmo de los adultos".
El cardenal Bergoglio destacó que "la protección de los niños contra la explotación sexual es un deber de todos los Estados, llamados a identificar tanto a los traficantes como a los abusadores" e indicó como necesarias "la denuncia y la prevención implementadas en los distintos ámbitos de la sociedad: escolar, deportiva, recreativa y comunidades culturales, religiosas, personas solteras".
Apostó por "preparar intervenciones específicas para una ayuda eficaz a las víctimas" y rechazó que estas problemáticas se oculten: "Aún hoy vemos cuántas veces en las familias, la primera reacción es taparlo todo; una primera reacción que está presente también en otras instituciones y en la Iglesia. Tenemos que luchar con este viejo hábito de encubrir", condenó.
"Lamentablemente continúan los abusos perpetrados contra los niños. Me refiero en particular a las solicitudes que se realizan a través de Internet y las distintas redes sociales, con páginas y portales dedicados a la pornografía infantil. Este es un flagelo que, por un lado, requiere ser abordado con renovada determinación por parte de las instituciones públicas y, por otro, requiere una mayor concienciación de las familias y de los diversos organismos educativos".
El papa Francisco retomó las audiencias generales con la presencia de fieles, interrumpidas desde el pasado octubre por la pandemia, y se mostró "feliz" por poder ver cara a cara a las personas porque "no es bonito hablar ante nada o una cámara".
"Estoy feliz de reanudar este encuentro cara a cara, porque, les digo una cosa, no es muy bonito hablar delante de nada o una cámara y ahora después de tantos meses, gracias al coraje de monseñor Leonardo Sapienza (encargado de la organización de las audiencias), estamos aquí", dijo Francisco a los cerca trescientos fieles que acudieron a este acto.
Esta audiencia se celebró en el patio de San Dámaso, en el interior del palacio apostólico, y no en la plaza de San Pedro, para reducir el número de participantes y poder observar las indicaciones sanitarias previstas.
Francisco celebró poder encontrar de nuevo a los fieles "con su propia historia, gente que viene de todas partes, de Italia, de Colombia y es algo que me gusta porque todos somos hermanos en el Señor y nos ayuda a rezar los unos por los otros", dijo.
El papa, que llegó en carro al patio y sin mascarilla, se detuvo, aunque manteniendo la distancia, a hablar con los fieles, recibió regalos, diseños de niños y bendijo a una mujer en silla de ruedas que se encontraba en primera fila.